Editorial

La alternativa que España necesita

El Partido Popular debe presentar a la sociedad un convincente programa de gobierno que ilusione, que plantee la ambiciosa e indispensable regeneración

El Partido Popular afronta su congreso este fin de semana en Madrid en un estado de confianza, consistencia y cohesión. Podemos aseverar que la primera formación del país por número de apoyos populares y electorales afronta un cónclave importante en un ilusionante estado de forma. Al contrario que España, que atraviesa un vía crucis camino ya de siete años en manos de un régimen populista de pulsión despótica que ha degradado la democracia hasta extremos desconocidos en la Europa de la libertad. El crítico presente de la nación en manos de sus declarados enemigos y de un presidente marcado por la corrupción representa el desafío más relevante que ha enfrentado cualquier partido de la oposición en la democracia española. Y esto es así porque ningún otro gobierno de cualquier signo, incluso aquellos socialistas que protagonizaron escándalos de honda seriedad, ha ido tan lejos en su ataque frontal y desmedido contra el estado de derecho y la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos. Es una cuestión de estado y de supervivencia para la democracia bajo un estándar europeo que el sanchismo sea desalojado del poder por los métodos que nuestra Constitución contempla sin renunciar a ninguno de ellos. Hablamos de una misión histórica para la única alternativa posible en el país, para aquella que ya ganó las últimas elecciones generales y que con cualquier otro político rival con convicciones y principios éticos le habrían llevado a La Moncloa. El cónclave popular robustecerá aún más el liderazgo nacional y presidenciable de Alberto Núñez Feijóo. La renovación de su equipo para hacerlo más combativo y enérgico demuestra que ha entendido a la perfección el tortuoso periplo que nos queda por delante hasta que se consume el final político definitivo de Pedro Sánchez, pero también que ese merecido y esperado adiós no será sereno ni recto ni limpio desde Moncloa. Y además de los perfiles dirigentes, están los contenidos. Los españoles atraviesan muy serias dificultades en medio de un clima de desesperanza, resignación y derrotismo ante una izquierda autoritaria que vende una historia de éxito. La España del cohete. El Partido Popular debe presentar a la sociedad un convincente programa de gobierno que ilusione, que plantee la ambiciosa e indispensable regeneración que le urge a la nación, un plan para restablecer la democracia y robustecer la España constitucional hasta blindarla de sus enemigos como bien supremo y garantía de las libertades. La indefinición para intentar satisfacer a todos no puede ser la opción, sino la verdad más rotunda y el destierro total de la mentira sanchista de la acción política. Los ciudadanos están saturados de los engaños del presidente. Por supuesto, sin confianzas y sin dar nada por hecho. Aprender de los errores del pasado ante un adversario del que se debe esperar lo peor.