La situación

Ánimo, Alberto

«Con Vox en la ecuación de un posible gobierno con el PP, el votante de la izquierda aguantará los informes de la UCO que le echen»

El líder de la oposición había lanzado algunas acusaciones y planteado una pregunta, en una más de las feroces sesiones parlamentarias de control al Gobierno. El presidente, risueño durante todo el trance, se puso en pie, levantó el micrófono de su escaño y, esquivando el decoro propio de la Cámara, se limitó a despreciar a su oponente con un «Ánimo, Alberto». ¿A quién le importan los informes de la UCO?

Moncloa, como en ocasiones anteriores, contrarrestó el contenido de esas investigaciones con una relectura autoexculpatoria, dirigida en exclusiva a su grey, deseosa de disponer de un argumentario con el que insultarse con el enemigo en las redes sociales. Es el manual trumpista. La verdad no importa. Es indiferente si la UCO no dice en sus 300 páginas de informe que el PSOE esté libre de sospecha de financiación ilegal. En efecto, no lo dice. Ni lo contrario. Pero Sánchez lanza a los micrófonos a sus escuderos, y a sí mismo, a expandir sus «hechos alternativos» –doctrina creada en la fábrica de Trump–, y la hinchada ya dispone de munición para salir del paso, hasta el siguiente informe. Y, mientras, el PP sigue a verlas venir, incapaz de contrarrestar con un tirachinas, la ofensiva de Moncloa con armamento pesado. Y cometiendo errores de bulto, que alimentan la caldera sanchista, para disfrute del presidente: la indefendible gestión de la dana de Valencia, el triste episodio del cribado de cáncer de mama en Andalucía, y la absurda batalla –perdida de antemano– sobre el aborto en Madrid. Los populares se autolesionan con frenesí, para felicidad de Sánchez y Abascal.

Hace unos días, un conocido periodista de un medio de línea informativa cercana al Gobierno, planteó a sus oyentes una pregunta muy pertinente: ¿cuánta corrupción tiene que producirse en el PSOE, para que el votante de la izquierda deje de aceptar cualquier cosa de los suyos, para evitar que gobiernen los otros? La respuesta no es tan complicada: con Vox en la ecuación de un posible gobierno con el PP, el votante de la izquierda aguantará los informes de la UCO que le echen.

Esta es la realidad. Ánimo, Alberto.