Las apuestas del 23

Como no creo en las conspiraciones, me parecen fascinantes las teorías que circulan sobre el número 23. La masonería lo considera un número superior, y el ocultismo lo relaciona con eventos sobrenaturales. Hay una secta secreta cuyo símbolo es el 23, dígito que da nombre a la película de Joel Schumacher «El número 23», protagonizada por Jim Carrey.

Misterioso o enigmático, los expertos en multiplicaciones sacan todo tipo de sumandos que dan siempre como resultado 23, de manera que así les salen los siguientes acontecimientos históricos: el asesinato de Kennedy, la bomba atómica sobre Hiroshima, los atentados del 11-S y el hundimiento del Titanic. Amén de que Julio César fue apuñalado 23 veces, Shakespeare nació un 23 y murió otro 23, el mismo número de las letras del alfabeto latino, los 23 grados de inclinación del eje de la Tierra, los 23 grandes maestros Templarios, los 23 ángeles caídos, los 23 axiomas de la geometría de Euclides, el día en que comienzan los calendarios egipcios, el día en que los Mayas anunciaban el fin del mundo, o los 23 segundos en que la sangre tarda en circular alrededor del cuerpo. También los 23 cromosomas con que los padres contribuyen cada uno al ADN de sus hijos, siendo el cromosoma 23 el que determina el sexo, y así hasta aburrirse.

De manera que es muy lógico que Sánchez, tan atento como está siempre al mundo de la Ciencia, se haya empeñado en llevarnos a las urnas un 23 de julio, el día de más calor del año. Un 23 del año 23, para más inri. Bien asesorado como está por Iceta, habrá pensado que sólo el 23 le puede salvar de la debacle que anticipan la totalidad de las encuestas. Con la rara excepción que confirma la regla del muestreo tezano, que siempre da ganador a Sánchez. Le dio victorioso en Andalucía, donde perdió, lo mismo que en Madrid y en las municipales de mayo. Con Tezanos tiene Sánchez la victoria asegurada, aunque sea virtual. Todos se equivocan, nunca Tezanos. Miente la realidad, mienten los datos oficiales y mienten los recuentos. Tezanos acierta aun cuando falla, que es casi siempre. Por eso le dijo a Sánchez: mira presidente, de ésta sólo te puede salvar el 23, número mágico de los templarios y la masonería, mucho mejor si es un 23 de julio, con toda la-caló, 40 grados a la sombra, la emergencia climática, la pertinaz sequía, los incendios de sexta generación, media España achicharrada en las playas, el país de vacaciones, 2,7 millones de compatriotas votando por Correos y los carteros trabajando de sol a sol sin cobrar las horas extra.

Sólo así se puede ganar a las encuestas, a las apuestas y a la Divina Providencia, que al final siempre ampara a los resilientes, como le gusta decir a nuestro timonel. Y si se queja Feijóo se le acusa de conspiranoico junto a Abascal y a Trump. Todos en la misma cesta de la derecha tenebrista. Incluido su ex jefe de gabinete, Ivan Redondo, que anticipó ayer a Susanna Griso en Espejo este resultado: Feijóo 161; Sánchez, 115; Abascal, 28 y Yolanda, 24. Éxtasis cósmico de la derecha extrema y la extrema derecha. Sólo que ellos no habían caído en la leyenda del 23. Sánchez sí.