Sin Perdón

Los asesinos de Hamás

«Es una lucha entre demócratas como los israelíes y un régimen criminal como es Irán»

El pueblo judío mantiene una coherente línea histórica ininterrumpida desde la Antigüedad hasta nuestros días. No es una construcción social moderna, sino el resultado de una misma raíz cultural, social y religiosa, así como de las persecuciones e indescriptibles crueldades que sufrieron y siguen sufriendo como hemos visto con el brutal ataque terrorista del grupo palestino Hamás. Los pueblos semitas tienen elementos comunes y sus relaciones fueron fructíferas durante la Antigüedad, aunque tuvieran enfrentamientos propios de las dinámicas de control territorial. Es difícil profundizar sobre ese origen común, porque se iría modificando como consecuencia de las diferentes invasiones y las influencias culturales y religiosas. Los que se convirtieron en musulmanes permanecieron en esa zona desde la invasión árabe hasta el final del Imperio Otomano, aunque también algunos judíos. No era fácil. El sueño de regresar a la Tierra Prometida se mantuvo en la diáspora. El problema desde el nacimiento del Estado de Israel es que muchos palestinos quieren su destrucción. Es una proyección del islamismo intolerante, racista y criminal que impulsa a Hamas. Estamos ante una formación que ha impuesto un régimen brutal en Gaza que vulnera los derechos humanos de su propia población.

El ataque de Hamás ha dejado en un segundo plano a la Guerra de Ucrania, algo que favorece a Rusia. Irán es un aliado de Putin, pero también de los palestinos radicales que son un permanente peón en la lucha de los ayatolas contra la democracia israelí. Este es un aspecto clave en el conflicto de Oriente Próximo, porque es una lucha entre demócratas como los israelíes y un régimen criminal como es Irán. Israel respeta los derechos humanos y tiene diputados palestinos en su Parlamento. No sucede lo mismo en Irán o en el territorio controlado por Hamás. La realidad es que los palestinos radicales nunca han querido la paz y la coexistencia pacífica con los israelíes. Hacen todo lo posible por hacerlo inviable. Europa y Estados Unidos tienen ahora un nuevo frente de conflicto, muy peligroso, en Oriente Próximo mientras que la Guerra de Ucrania se ha estabilizado y no parece que se pueda derrotar a Rusia.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)