Ely del Valle

Parálisis permanente

La Razón
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Que alguien que hizo campaña electoral defendiendo la okupación de edificios municipales ahora paralice la concesión de licencias de todo tipo de alojamientos turísticos alegando la necesidad de preservar la calidad de vida de los ciudadanos es cuando menos chocante, máxime cuando la iniciativa parte de una alcaldesa que acaba de nombrar portavoz del ayuntamiento a una señora a la que le importa muy poco la limpieza e higiene de la vía pública, a juzgar por sus imágenes en Facebook y que son, en sí mismas, un repelente más que eficaz para el turismo de lujo.

Lo que está claro es que, lo mismo a la hora de ejercer el cargo como a la de nombrar colaboradores, Ada no mira pelo. Para ella es igual un hotel de lujo financiado por capital extranjero que una pensión patera, a no ser que esta última en vez de turistas albergue inmigrantes sin papeles, que en este caso la tranquilidad vecinal queda relegada a un segundo plano. Todo muy coherente, vaya: ante la falta de experiencia en cualquier tipo de gestión y mientras se adquieren las mínimas nociones sobre la materia, la solución es hacer un paréntesis y tomarse unos meses Kit-Kat, a ver si mientras tanto conseguimos enterarnos de cómo funciona esto. De momento, no se tienen noticias de cómo van a reaccionar los inversores de Emin Capital, la empresa que hace apenas un año firmó un preacuerdo de compra de la Torre Agbar por 90 millones de euros para abrir un hotel de 150 habitaciones en el que tenía previsto gastarse otros 60 millones más, y que ahora se encuentra con el proyecto paralizado, pero suponemos que a estas horas no deben estar haciendo palmas con las orejas. Es lo que tiene elegir como alcaldesa a alguien que ha conseguido cargo y fama haciendo de las paralizaciones su grito de guerra.