
Iñaki Zaragüeta
¡Qué menos, Cataluña!

Qué menos. A nadie puede sorprender la iniciativa de los socialistas de la localidad de Premiá de Dalt (Maresme), que han pedido al Gobierno municipal formado por CiU y PPC la retirada de la estatua dedicada a Jordi Pujol, una vez se han descubierto los delitos confesos por parte del ex presidente de la Generalitat y otros posibles de diferentes miembros de su familia. A la vez, solicitan la supresión del título de hijo adoptivo del pueblo, un pueblo del que, para mayor escarnio, procede su familia.
Lo normal que a esta propuesta le siga una cadena a lo largo y ancho de Cataluña. Difícil lo va a tener Convergencia Democrática para oponerse a la degradación de quien tanto ha desprestigiado a esa comunidad, por más que sea el fundador del partido. Las autoinculpaciones y las sospechas constituyen un rosario de tal gravedad que hace impensable e imposible la defensa política. Más aún de quien tanto se llenó la boca de pregonar la ética y la honradez durante y después de toda su vida pública. Tenía razón, al menos en este caso, aquel clásico al afirmar «una mentira nunca vive para llegar a vieja».
Digo «¡qué menos!» porque se trata de compensar a una sociedad a la que no sólo mantuvo engañada durante más de 34 años, incluyo el tiempo posterior a su retirada, sino a la que defraudó, pues no en vano los catalanes confiaon en su actuación hasta el extremo, dándole el honor de abanderar a toda Cataluña desde la Transición.
Además de la retirada de honores, los políticos deberían aprender que su responsabilidad se basa esencialmente en el cumplimiento de la Ley. ¿Quién asegura que las cosas no hubieran ido igual o mejor si el Gobierno de turno no se hubiera avenido a pactar su sobreseimiento cuando había razones fundadas para haberle aplicado la Ley en el caso de Banca Catalana?
En fin, nuevamente se hacen realidad aquellas palabras de Lincoln: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo».
Así es la vida.
✕
Accede a tu cuenta para comentar