Historias del mundo

Un distinguido inodoro

«El ‘‘trono dorado’’ en Reino Unido se anuncia a bombo y platillo»

Es 2019 y Winston Churchill lleva más de 54 años muerto. En su palacio de Blenheim, en Oxfordshire, pues digamos que los orígenes del histórico primer ministro británico no son humildes, deciden montar una exposición del reconocido artista Maurizio Cattelan bajo el título de «América», una reflexión sobre las diferencias sociales en EE UU. Una de las grandes obras de Cattelan es un inodoro de oro de 18 kilates. Una sátira que llenó titulares durante una muestra anterior en el Guggenheim de Nueva York, en la que gente de todas las edades y estratos sociales esperaban más de 2 horas para entrar a ese baño en particular.

El «trono dorado» en Reino Unido se anuncia a bombo y platillo. Incluso el artista invita a los visitantes a usar el W.C en el palacio, tener tres minutos de intimidad por persona. Pues una vez más, el retrete funcionaba a la perfección y se ubicaba en la habitación contigua a la que vio nacer a Churchill un 30 de noviembre de 1874. De esta imponente mansión, hoy, patrimonio de la humanidad, el «premier» bromeaba con que aquí había tomado dos de las decisiones más importantes de su vida: «Nacer y casarme. Estoy satisfecho con la decisión que tomé en ambas ocasiones».

Pues bien, tan solo dos días después de que se inaugurara la muestra, se produce un terrible robo. Los amigos de lo ajeno se llevan el retrete dorado, que tan bien instalado estaba y, por consiguiente, se estropean las tuberías y se inunda parte del palacio de Blenheim tras el aparatoso e inesperado hurto. El váter pesa más de 100 kilos.

Comienza la investigación policial en busca de los ladrones del W.C. valorado en unos 6 millones de euros que, por fin este mes, después de cuatro años, da sus frutos. Cuatro individuos de entre 35 y 39 años han sido acusados de robo y conspiración por la Fiscalía británica.

Los hombres, que residen en distintos puntos de Inglaterra, y según las pesquisas, usaron dos vehículos para huir de madrugada del Palacio (donde siguen viviendo los descendientes de Churchill), comparecerán ante la Justicia de Oxford el próximo 28 de noviembre. De lo que no hay rastro aún es del distinguido inodoro.