Puntazo
Las dopadas cifras laborales
La entrada en vigor de la reforma laboral alentó y multiplicó los efectos indeseables de un cambio normativo que convertía a los contratos de obra y servicios y estacionales en fijos discontinuos
El Gobierno mantiene una campaña de maquillaje estadístico continua con los datos relacionados con el mercado laboral. La entrada en vigor de la reforma laboral alentó y multiplicó los efectos indeseables de un cambio normativo que convertía a los contratos de obra y servicios y estacionales en fijos discontinuos, con la contrapartida de que estas personas no aparecen como parados cuando no están trabajando, incluso cobrando el seguro de desempleo. De esta manera, se reduce de golpe en más de 700.000 personas la tasa de paro. Si a esto le unimos que la ocupación está engordada con más de 600.000 pluriempleados y con el medio millón de nuevos empleados públicos, los supuestos récords de empleo y afiliación se quedan en casi nada. Máxime cuando la economía española está dopada por el gasto público, la inmigración y la deuda pública. Y el empleo lo refleja de la misma manera.