Puntazo

Un error de fondo con el SMI

La lógica redistributiva de la riqueza indica que los salarios de quienes menos ganan estén exentos de la tributación.

Los dos socios gubernamentales han llegado a una solución temporal de compromiso con respecto a la tributación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que, a nuestro juicio, parte de un error conceptual de fondo, por cuanto el incremento en la cuantía del SMI responde a una dinámica general de precios y salarios que aconsejan su periódica actualización. Es decir, sus perceptores no ganan más poder adquisitivo –incluso lo pierden– porque las subidas no compensan las consecuencias de la inflación y del incremento desmedido de la presión fiscal sobre empresas y trabajadores. La lógica redistributiva de la riqueza indica, pues, que los salarios de quienes menos ganan estén exentos de la tributación que aporta el trabajador y no dependan de las circunstancias internas del Gobierno de turno. Hay otras muchas figuras fiscales, como el IVA, que ya caen de lleno sobre los perceptores del SMI.