El examen detallado de las encuestas de opinión revela que existen seis millones de mujeres que no han decidido su voto, muchas de ellas porque se han desencantado de la opción socialista tras los escándalos de prostitución que rodean a varios de los más directos excolaboradores de Pedro Sánchez. Dudan entre la abstención, el voto en blanco o buscar otra opción política. Es ahí, entre esas mujeres dolidas e indecisas, donde el candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, debería ser capaz de trasladar la realidad de una formación de centro derecha en la que siempre han tenido un papel determinante las mujeres, que defiende la libertad, la igualdad y la dignidad de las personas por encima de cualquier consideración y sin arrogarse monopolios de representación que, luego, la realidad desmiente. Ninguna organización humana está libre de garbanzos negros, pero en el PSOE el nivel de incoherencia asusta.