Ni fuero ni privilegio, banquillo

A medida que se conocen las andanzas de los personajes protagonistas del caso hermanísimo en Extremadura, nos explicamos el burdo montaje urdido para enchufar a David Sánchez en la Diputación de Badajoz. La ignorancia, o la sensación de impunidad, es muy atrevida. Miguel Ángel Gallardo repitió la tosca peripecia para blindarse con el fuero como diputado en la Asamblea regional en una chapuza colosal que no ha colado. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha concluido que la condición de parlamentario y, por ende, su aforamiento se produjo en «fraude de ley» y ha devuelto la causa contra éste y el hermano del presidente al juzgado instructor. Se quito de en medio a cuatro candidatos que lo precedían en la lista. Una práctica corrupta para sacar una ventaja espuria, avalada por el Gobierno en otro episodio que habla por sí solo de su talante. Es normal que el sanchismo quiera acabar con los jueces independientes.