Gemelos y aventureros

Los gemelos Ross y Hugo Turner salieron el 12 de septiembre de Londres y pretenden llegar a Shanghái el año que viene. Serán 16.000 km a bordo de un MG descapotable y totalmente eléctrico. Los aventureros británicos arribaron a España el 5 de noviembre.

En este momento, están conduciendo de Madrid a Valencia. Me cuentan que «lo mejor ha sido su paso por la frontera entre España y Francia, en los Pirineos, con los cambios otoñales de los árboles y las cumbres nevadas». Ahora esperan recorrer la costa mediterránea y bañarse en el mar. «Barcelona también será un punto culminante. Los dos estamos deseando ir a Mónaco, con los superyates en el puerto, y esperamos que haga más calor», explican.

Cuando los Turner acaben su gesta europea, harán un parón en diciembre para estar con sus familias. En enero, comenzarán la segunda etapa, que está prevista que arranque desde Jordania, país vecino de Israel, sumido en una guerra con Hamás en Gaza, para después recorrer Asia. «El equipo sigue de cerca la situación en Oriente Próximo, así que el tiempo dirá, pero estamos deseando cruzar el desierto».

Sobre si el mundo está preparado para los coches eléctricos, los gemelos admiten que cada vez hay más «y la tecnología progresa constantemente. Un aspecto que aún debe mejorar es la infraestructura de recarga, que siempre va a ser un reto en un proyecto como este. Pero el equipo lo ha planificado con mucha antelación y ha minimizado cualquier angustia de carga que podamos tener».

Estos gemelos son profesionales de la aventura. Naturales de Devon, Inglaterra, sus ganas de explorar el mundo y vivir al límite sólo aumentaron después de que Hugo se rompiera el cuello en 2007, en un accidente de buceo y estuviera a punto de quedar con parálisis. Tras muchas cirugías y la rehabilitación, en 2011 realizaron su primera odisea: cruzaron el océano Atlántico a remo.

Sobre llegar a la meta, a Shanghái en la primavera de 2024, los Turner admiten que no quieren perderse el salón del automóvil de Pekín. Tienen muchas ganas de conocer la cultura y «probar la auténtica comida china». Y tras cumplir su objetivo y realizar el viaje más largo de sus vidas reconocen que les apetecerá «descansar hasta que empiece» su próxima aventura.