La situación

Un genio en Moncloa

Toda su maquinaria trabaja en exclusiva para que Sánchez sea presidente gracias a partidos nacionalistas e independentistas, mientras los socialistas pierden casi todo su poder territorial

La lectura de determinados diarios en la jornada electoral de ayer, antes de que se conocieran los resultados de Galicia, resultaba reveladora. Uno nunca deja de aprender. La conclusión era esta: si el PP no conseguía la mayoría absoluta, Feijóo se vería obligado a dejar el liderazgo del partido. Consideraban los juiciosos analistas que, a pesar de la previsible holgada vitoria de los populares, la pérdida del poder supondría un varapalo que repercutiría negativamente en la capacidad de Feijóo para mantener el apoyo de sus compañeros.

Por reducción al absurdo, el argumentario destilado durante semanas por la intelligentsia monclovita era este: Feijóo se tiene que ir después de que el PP haya ganado sucesivamente las elecciones municipales, las autonómicas, las generales y las gallegas; por el contrario, Pedro Sánchez debe de mantener el mayor poder que cualquier político haya tenido en democracia, después de perder en los últimos nueve meses las elecciones municipales, las autonómicas, las generales y las gallegas. Así se escribe la historia.

Sin embargo, el PP ha renovado la mayoría absoluta por quinta vez, mientras que su principal rival no ha sido el PSOE, sino el Bloque Nacionalista Galego. Que los socialistas se hayan despeñado en Galicia supone la confirmación de cómo funciona el modelo de partido sanchista: ganar elecciones está sobrevalorado; el PSOE deja de tener vocación mayoritaria, para convertirse en un acaparador de apoyos ajenos para sostenerse en Moncloa a cualquier precio. Y solo en Moncloa, porque toda su maquinaria trabaja en exclusiva para que Sánchez sea presidente gracias a partidos nacionalistas e independentistas, mientras los socialistas pierden casi todo su poder territorial. En los últimos procesos electorales, el PSOE solo ha sido el partido más votado en Cataluña (donde no gobierna), Asturias y Castilla-La Mancha (en Navarra perdió, pero gobierna gracias a Bildu), además de perder la mayoría de alcaldías importantes.

El PSOE tiene el objetivo único de sostener a Sánchez, y solo a Sánchez. Nunca antes el histórico Partido Socialista Obrero Español se entregó de tal manera a un interés unipersonal.

La Moncloa de Pedro Sánchez es genial. Maquiavelo también lo era.