
Editorial
Un gobierno entre el «relato» y la torpeza
Alberto Núñez Feijóo ha presentado una batería de medias para la reforma fiscal del régimen de los autónomos que van en la línea de lo que se hace en Europa. Elma Saiz podría tomar nota cuando lleve a la mesa de diálogo social la enésima rectificación de una propuesta gubernamental fuera de toda lógica y proporción
Trata el Gobierno de recoger velas tras la tormenta desatada por la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, con la presentación de los nuevos tramos de cotización de los autónomos que, por resumir, supone un ejercicio de política fiscal confiscatoria por encima de cualquier proporción y sentido de la equidad. Tal es así que, al rechazo frontal de las asociaciones de los trabajadores por cuenta propia, respaldados por la Oposición, se han unido algunos de los socios directos gubernamentales, como Sumar, que, en su elemental visión maniquea de la vida, ha pedido que «se achicharre» a impuestos a los rentistas y no se penalice, como siempre, a los de abajo. Cualquier análisis objetivo de la propuesta gubernamental lleva a idéntica conclusión, la de que asistimos a un intento de expolio de un sector empresarial sobre el que descansa buena parte de la economía española con efectos demoledores para su supervivencia. Un planteamiento que rompe el principio de equidad fiscal, ya bastante vapuleado por el sanchismo, sobre unos trabajadores a quienes se pretende obligar a asumir unas cargas sociales de las que, a la postre, no van a poder disfrutar, ni ahora ni en el futuro; ni ante unas contingencias comunes ni en el momento de la jubilación. No sólo se exprime a los autónomos, como al resto de los trabajadores, todo hay que decirlo, sino que desde el Ejecutivo se rechazan medidas como la exención del IVA a quienes ingresan menos de 85.000 euros anuales, que están contempladas en la reglamentación de la Unión Europea. Así, no basta con atribuir a un caso de torpeza de la ministra Saiz una propuesta sin el menor rigor contable, algo a lo que nos tiene acostumbrado un gobierno que está mucho más pendiente de «colocar su relato» que de gestionar con un mínimo de solvencia el funcionamiento del Estado, porque la mala situación del autoempleo en España es una realidad desde antes de la ministra Saiz, con unos costes impositivos y unas cargas burocráticas que hacen de nuestro país uno de los que más dificultades oponen al emprendimiento. Cuando se habla de la baja productividad de la economía, hay que referirse a la obra gubernamental de Pedro Sánchez, que ha elevado los costes laborales hasta el absurdo, con la rebaja de salarios y condiciones laborales como, prácticamente, única baza para la competitividad en unos mercados cada vez más difíciles y en los que operan con ventaja actores exteriores que gozan de una reglamentación racional y unas cargas impositivas que no suponen hasta la mitad de los ingresos. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado una batería de medias para la reforma fiscal del régimen de los autónomos que van en la línea de lo que se hace en Europa. Elma Saiz podría tomar nota cuando lleve a la mesa de diálogo social la enésima rectificación de una propuesta gubernamental fuera de toda lógica y proporción.
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