Opinión

Gritaría Viva Leonor

¿Quién podría criticar su precioso y dulce rostro, sin menoscabo de la inteligencia y solemnidad que proyecta?

En el DNI, número 16, de nuestra Princesa de Asturias, de Gerona, de Viana, Duquesa de Montblanc, Condesa de Cervera y Señora de Balaguer figura el nombre completo: Leonor de Todos los Santos de Borbón y Ortiz en honor a las reinas de España, Leonor de Aragón, Leonor de Aquitania y Eleonor de Provenza.

Nunca me gustó su nombre, y menos para una niña, pero ella me encanta, porque es imposible que esta jovencita, sea uno más cercano al republicanismo o sea más papista que el papa, no guste.

¿Quién podría criticar su precioso y dulce rostro, sin menoscabo de la inteligencia y solemnidad que proyecta? Quien no se deleite viéndola de uniforme militar, es que no tiene alma, o tiene dos botones, por ojos o es muy pobre de espíritu, que a mi la marca España, siempre lo digo, me deja fría, pero la princesa de uniforme… Me conmueve.

Otra cosa son los apaños ramplones de la estilista real, Eva Fernandez, que no me han gustado nunca…¡Qué poquitas ganas le echas Eva! Si yo pudiera vestir a la reina…Tan delgada, tan sexy, tan guapa…

Y luego es que da rabia: ¿de dónde sacan los Windsor esos abrigos formidables, esos maquilladores, esos peluqueros, esos estilistas, esos médicos estéticos y esos corceles? Los plisados de Kate, el pulido de los coches y carruajes, el lustre de los caballos y cabellos… Los estiletos negros, los sombreros, los ceremoniosos niños haciendo reverencias…

Pero volvamos a nuestra princesa que anda en plena formación militar para cuando asuma la jefatura del Estado, cuando será también la capitana general de todos los ejércitos… El 31 de octubre, dentro de una semana, cumple la mayoría de Edad y yo le regalo esta columna porque es magnífica. Y, oigan, majestuosa, cosa que viene muy bien si una pretende reinar.

Atrás quedaron sus extraños piños de hace tiempo, Leonor, muy parecida a sus abuela Sofía a su edad, se ha convertido en una mujer bellísima (no es de extrañar con semejantes padres)…Una belleza que, en mi opinión, socrática, es espiritual, una cualidad del alma que estalla externamente. Siempre he defendido que la belleza, así como la fealdad son condiciones psicológicas, principalmente.

Me consta que desde pequeña lleva trabajando muy duro para, algún día, ser Reina de España…Catalán, gallego, euskera, valenciano, francés, inglés, árabe y mandarín. Piano, chelo…Historia…

Y sin comerse una gominola, la pobre, jamás. Fuentes innombrables me han contado que en cierta ocasión su madre, la reina, ante la curiosidad (o quizá la ansiedad) de sus pequeñas por comerse un bollo procesado, como el resto de los niños del planeta tierra, hizo traer al chambelán un donut glassé en un plato y un cuchillo. Ante la mirada atenta de sus hijas, lo partió en tres trocitos e instó a Leonor y su hermana a levantar sendas porciones y llevárselas a la boca, mientras, la reina haría lo mismo.

_¡¿Veis como es asqueroso?!_Preguntó mientras las niñas experimentaban el momento más dulce de sus vidas.

La Princesa, que tiene, al igual que Doña Letizia, su propia Barbie, ha seguido una dieta muy estricta en la Zarzuela donde los procesados, la comida rápida, los carbohidratos, chocolates y las golosinas están prohibidísimos. Imagino que, desde Gales, lejos de la sombra alargada y esbelta de mamá, se habrá zampado sus buenas dosis de chatarra que, miren, es cultura pop y cultura general.

Porque Leonor come, está claro, y eso habla muy bien de ella. También hará sus dietitas de vez en cuando, pero lo diferencial, lo que va definitivamente impreso en su cara es que es una persona equilibrada.

En cuanto a su formación, los periódicos insisten en que a la princesa de Asturias desde muy niña le encantaba Kurosawa y que su película favorita es Dersu Uzala. Y yo, les pido que dejen de difundir tales aberraciones, que lejos de ayudar a construir una imagen interesante y natural de la futura reina la convierten en una freak, y que Dersu Uzala (una de mis películas favoritas) no es contenido para una niña, si es una niña psíquicamente normal.

Cuando termine en el ejército, la princesa estudiará Derecho, como su padre, quizá en el mismo centro, la Universidad Autónoma de Madrid, una carrera aburridísima pero necesaria, sin duda, para comprender su cargo.

La princesa Leonor, hoy, Dama Cadete Borbón Ortiz ¡Jesús, qué bien le sienta el moño! se despierta a las 6.30 de la mañana, hora del toque de diana y Lista de Ordenanza y, tras vestirse con su uniforme de diario, arreglar su camareta (habitación) y tomar el desayuno asiste a clase de Ingeniería de Organización Industrial.

En cuanto a su vida afectiva, comenzará a elucubrarse pronto, cómo no, por el momento, la persona más cercana fuera de los reyes y su hermana, es Paloma Rocasolano que, dicen, prácticamente vive de continuo en Zarzuela y que ha hecho las veces de canguro toda su vida.

Con sus primos Urdangarín no se relaciona y en cuanto a los Marichalar, la diferencia de edad que hace que no coincidan. Me encantaría verla dentro de unos años en compañía de Victoria Federica y de Froilán. ¿Tendrá sentido del humor? ¿O los vivirá desde la superioridad moral? Confío en que lo primero.

Por su cumpleaños celebrará o quizá debutará, como las jóvenes de “La edad dorada” o los capullos de Gossip Girl, en el Nuevo Club, uno de los espacios más nice de la capital, a la que acudirán los jóvenes de las casas nobiliarias y similares especies entre 18 y 23 años. Ya saben, tipo Amina y Luis Martínez de Irujo y Casanova, los hijos de Cayetano Martínez de Irujo y la encantadora Genoveva… ¿Dará Leonor un discurso en varios idiomas como en los Princesa de Asturias?

No bromeo. En medio de tanta barbarie, fealdad y vulgaridad como nos rodea, ver un discurso de Leonor es esperanzador, qué delicadeza, qué mirada tan franca en medio de un proceso tan artefactado. ¡Cuánta ternura! (y si es fingida, aprendida, dramatizada, tanto más mérito la niña ¡que le den el Oscar!) ¡Cuánta belleza y armonía! ¡cuantísimo Allure! Y ya si le pusieran una capita de armiño, ¿Eva?, gritaría ¡¡Viva Leonor!!