Editorial

No hay cuento de Navidad en Valencia

La soledad que provoca la sensación de abandono se junta con la dejadez del Gobierno, que prometió millones de euros en ayudas que apenas han llegado a quién más lo necesitan

El espíritu de la Navidad no va a llegar a todos los sitios y personas por igual. En los municipios destrozados por la DANA no hay adornos, ni luces de colores ni árboles navideños. No se han engalanado para recibir al Niño Jesús porque el barro lo sigue inundando todo. La soledad que provoca la sensación de abandono se junta con la dejadez del Gobierno, que prometió millones de euros en ayudas que apenas han llegado a quién más lo necesitan, perdidos en la mayoría de los casos en un mar de burocracia que está retrasando la entrega de indemnizaciones.

Lo han denunciado las patronales del comercio, que acusan al Gobierno de bloquear las indemnizaciones del Consorcio de Seguros con exigencias injustificadas, que han provocado que apenas se haya pagado el 6,3% de las peticiones y, de ellas, solo el 0,34% corresponden a comercios. Una ineficiencia que está generando un impacto económico negativo enorme y lastrando la ya de por sí complicada recuperación de los comercios afectados, al imposibilitar que puedan iniciar obras de reparación, reponer inventarios o adquirir los nuevos equipamientos necesarios para retomar su actividad.

Más de 8.000 comercios en la provincia de Valencia están afectados en algún grado, y en sectores como alimentación y hostelería, que ya contaban con los productos de la campaña de Navidad, la más fuerte del año –supone casi un 40% de su facturación anual– siguen sin poder reabrir. Por eso, la demora en la reactivación económica afecta tanto al tejido social como al sustento de miles de familias, que dejan de contribuir significativamente a la economía local.

Al menos siempre les queda el consuelo y el apoyo que les da la Familia Real, que ayer hizo una visita sorpresa a la localidad valenciana de Catarroja, una de las más afectadas por las inundaciones, en un nuevo gesto de apoyo hacia los vecinos. Los Reyes, acompañados por la Princesa de Asturias, Doña Leonor, y de la Infanta Sofía, recorrieron las calles de la localidad para dar su apoyo a los afectados y cumplir con la promesa que hicieron durante su última visita de que regresarían para comprobar cómo iba la recuperación y cómo se está viviendo la Navidad allí. Pues como era de esperar, las cosas siguen sin ir bien, y la gran mayoría se sigue sintiendo abandonada por las administraciones. Don Felipe y Doña Letizia escucharon atentamente las quejas que les llegaron a raudales, tomaron nota y aseguraron que informarían de todo ello a las autoridades competentes. Aunque la palabra competente en este caso podría no aplicarse, ante la falta de coordinación y la racanería gubernamental, que vuelve a demostrar una preocupante falta de empatía pese a repetir al aire que este es el Gobierno del pueblo. La entrega a los demás se demuestra con hechos, no con declaraciones altisonantes de cara a la galería, porque han dejado sin cuento de Navidad a Valencia.