El trípode

La inmigración musulmana; «nada sucede en política por casualidad…»

Con la desestabilización permanente del Oriente Próximo y Medio, la Europa Occidental que un día fue “grande y admirada entre las naciones” se está convirtiendo en un actor sin identidad

Fue el 32.º presidente de EE. UU., Franklin D. Roosevelt, perteneciente al partido Demócrata, quien, con ocasión de determinados hechos políticos acontecidos, acuñó la frase de que “nada ocurre en política por casualidad”. Cada vez que un acontecimiento surge, se puede estar seguro de que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera”. Es evidente que Roosevelt no era un profeta ni un teólogo ni pretendía serlo, pero desde luego era una muy experimentada y reconocida personalidad política, por lo que su afirmación sin duda estaba basada en una consolidada experiencia. Traemos a colación esa referencia ante determinados hechos que suceden en la actualidad y que están creando —en Europa en general y en España en particular— una especial preocupación, y que tienen en el islamismo a su protagonista. Hablamos de la masiva inmigración procedente de regiones de África donde el islam es la religión predominante y que están poblando crecientemente los países que constituían la antigua cristiandad europea, organizada hoy como la UE. La acción combinada de la muy baja tasa de natalidad europea —en España, por debajo incluso del promedio del resto de la UE— con la elevada tasa de natalidad de la población musulmana inmigrante está provocando lo que algunos denominan efecto “reemplazo” de una sociedad de profundas raíces cristianas por otra, cuya cultura y valores son radicalmente opuestos, y en especial respecto a los derechos y dignidad de la mujer. España, dada además su situación geográfica en el flanco mediterráneo occidental del continente europeo, y con el archipiélago de las Islas Canarias en la fachada atlántica del continente africano, es un país con un territorio particularmente sometido a ese continuo flujo migratorio, como es sabido. Este acontecimiento de hecho “solo” afecta a la Europa occidental, ya que ni la Europa oriental asiática ni los EEUU de América se ven afectados por su alejada localización geográfica. Y que por esas consecuencias es evidente que debemos hablar, con absoluta propiedad, de consecuencias “geopolíticas”. Y que, por tanto —siguiendo a Roosevelt—, se trata de “un acontecimiento previsto para que se desarrolle de esa manera”, creando una UE musulmana. A estos efectos es de particular interés conocer quién fue Z. Brzezinski, asesor de diversos presidentes y que junto a David Rockefeller diseñó la Comisión Trilateral. Instancia geopolítica mundial al servicio del poder global de las tres grandes potencias, el “deep state” de EE UU, China y hoy Rusia. Con la desestabilización permanente del Oriente Próximo y Medio, la Europa Occidental que un día fue “grande y admirada entre las naciones” se está convirtiendo en un actor sin identidad y carente de influencia alguna en ese nuevo orden geopolítico mundial: “La gran tribulación”.