Más PIB y más pobreza

Beethoven (1770-1827), el genio de la música, explicaba que «es difícil convencer a los demás cuando se tiene la reputación de mentiroso». Pedro Sánchez, para quién la verdad es la realidad, ha enviado sus voceros a que pregonen sus éxitos económicos en vísperas electorales. «España crece cinco veces más que la media de la eurozona», es la baza que también quieren jugar Illa y el PSC en Cataluña, en donde es muy difícil que Junts o ERC hagan presidente a un socialista. El PIB, en 2023, subió un 2,5% y es cierto que quintuplicó la media de los países de la eurozona. Sin embargo, también es cierto que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), aumentan las personas en riesgo de pobreza, que ya llegan al 26,5% del total, y que los hogares españoles están lejos de recuperar el nivel de vida de antes de la pandemia. «¿Cómo es posible que se produzca este empeoramiento cuando los datos macro se comportan aceptablemente bien?» se pregunta en Ojoavizor el catedrático emérito Carlos Berzosa, nada sospechoso de liberalismo. Él mismo responde que la culpa es de la inflación, «que afecta de forma muy desigual a los diferentes estratos sociales, y que golpea más duramente a los de ingresos inferiores, sobre todo el alza de los productos alimenticios, que están siendo más difícil de contener». Ayer, el INE adelantó que la inflación en marzo repuntó cuatro décimas, hasta el 3,2%, por el aumento de los precios de carburantes y electricidad. Son probables más subidas, porque el IVA eléctrico ha vuelto al 21%, lo que confirma que las medidas contra el IPC eran artificiales y temporales. También ayer, el Banco de España confirmó que 2023 acabó con una deuda pública de 1,57 billones, con «b» de burrada, de euros, un 107,7% del PIB y 71.000 millones más que un año antes. Significa que cada día de 2023 la deuda creció en 200 millones de euros. Por último, la renta de los españoles, en términos reales, apenas ha crecido un 1,8% en los últimos años frente al 15% de la de los alemanes. A pesar de todo, el Gobierno se aferra a la euforia de un aumento del PIB cinco veces superior a la media de la eurozona, que es una forma de ver una realidad con más PIB y más pobreza, y soslaya que es difícil convencer a alguien cuando se tiene reputación de mentiroso, como decía el genio musical Beethoven.