Canela fina
La moción de censura
«La moción de censura es posible, pero con un presidente independiente y un solo punto en su programa: la convocatoria inmediata de elecciones generales»
Alberto Núñez Feijóo tiene pocas probabilidades de que en una moción de censura grupos de centro derecha como PNV o Junts le apoyen para que se alce con la presidencia del Gobierno. Conviene poner los pies sobre la realidad. La moción de censura, sin embargo, no es un disparate. Aún más, tal vez sea la fórmula más adecuada para descabalgar a un Pedro Sánchez dispuesto a consumar la legislatura por todos los medios.
Pero la clave para que una moción de censura prospere en el actual Congreso de los Diputados exige que Feijóo renuncie a ser el presidente. Lo que puede sumar los votos de PP, Vox, Podemos, Coalición Canaria y Junts no es el carisma de Núñez Feijóo sino la convocatoria de elecciones generales. Eso significa que la moción de censura debería estar encabezada por un juez independiente o un sindicalista de alto voltaje como Nicolás Redondo Terreros, con un solo punto en el programa: la convocatoria inmediata de elecciones generales, dentro de los plazos que establece la ley.
En enero pasado, la votación conjunta de PP, Vox ¡y Podemos! liquidó con 176 escaños uno de los tres decretos que propuso el Gobierno sanchista. En una moción de censura, Pablo Iglesias jamás hubiera apoyado a Feijóo, pero sí una fórmula en la que el voto mayoritario se centrara en una cuestión concreta. Por unas u otras razones, tanto el Partido Popular como Junts, tanto Vox como Podemos, tanto el PNV como Coalición Canaria pueden coincidir en que, para evadirse de la parálisis sanchista, lo mejor es la convocatoria de elecciones generales y que el pueblo decida. Entonces, sí, entonces la moción de censura, con un juez independiente como presidente del Gobierno, resultaría viable. Si esta idea no penetra en el entorno «agradaor» de Núñez Feijóo, resultaría complicado el éxito. Con el líder popular encabezando la moción como presidente del Gobierno, las probabilidades quedarían muy reducidas.
En todo caso, esa es la vía. Si Pedro Sánchez, tras las elecciones europeas mantiene la inmovilidad política del actual Congreso y se niega a convocar elecciones generales el próximo otoño, entonces la fórmula constitucional razonable sería someterle a una moción de censura con un presidente independiente y un solo punto en su programa: la convocatoria de esas elecciones generales.
Luis María Anson, de la Real Academia Española.
✕
Accede a tu cuenta para comentar