Apuntes

Notas para un ensayo sobre la amnistía

Que sepamos, la Constitución tampoco prohíbe expresamente la práctica de la esclavitud

Primero, recordar que no fueron los de derechas los que exigieron la amnistía de 1977 para que el franquismo quedara impune. Que en las manifestaciones zurdas se gritaba «¡libertad, amnistía y estatuto de autonomía!» mientras que los fachas gritaban «¡ni amnistía ni perdón, ETA y Frap, al paredón!». Señalar que el diputado comunista, Marcelino Camacho, terminó su intervención en el debate de la amnistía del 14 de octubre de 1977 con esta frase: «Con la amnistía saldremos al encuentro del pueblo vasco, que tanto sufre bajo diferentes formas, de todos los pueblos y de todos los trabajadores de España. Con la amnistía la democracia se acercará a los pueblos y a los centros de trabajo. La amnistía política y laboral es una necesidad nacional de estos momentos que nos toca vivir». Anotar, también, que unos días antes, el 8 de octubre, la banda etarra había asesinado en Guernica al presidente de la Diputación de Vizcaya, Augusto Unceta, y a sus dos guardias civiles de escolta, Ángel Rivera Navalón y Antonio Hernández-Fernández Segura. Importante anotar también que, tras la entrada en vigor de la medida de gracia, el 2 de noviembre los terroristas vascos asesinaban de un tiro en la nuca y en la puerta de su casa al sargento de la Policía Municipal de Irún, José Díaz Fernández.

Marcar con uno de esos pósit amarillos el acta de la sesión constituyente en la que el Grupo Mixto del Congreso solicitaba que la posibilidad de nuevas amnistías figurara en la Constitución que se estaba elaborando y que la mayoría parlamentaria, socialistas incluidos, rechazó la propuesta, sustituyéndola por la prohibición expresa de conceder indultos generales. Preguntar a los expertos juristas del nacionalismo catalán si el hecho de que la Constitución no prohíba expresamente la esclavitud, significa que se puede avanzar en la reintroducción de esa institución, en otros tiempos, tan cara a la burguesía del Principado. Recopilar los argumentos del Pensamiento Político y Social, que estudiamos en la Facultad, sobre las diferencias de las leyes de perdón y punto final que ponen fin a un régimen dictatorial, y los principios de legalidad de una democracia plena.

Dejar un esbozo de la trayectoria personal y política de los siguientes personajes: Pedro Sánchez, Cándido Conde-Pumpido y Carles Puigdemont. Refrescar las técnicas historiográficas de los publicistas liberales españoles del siglo XIX en su aproximación a la figura de Fernando VII. Hacer una mención a Rafael del Riego, que sublevó a las tropas que iban a apoyar a los españoles americanos que defendían la causa del Rey y de España. Comprobar si el término «felonía» sigue vigente en la RAE y cuál es su uso más apropiado. Releer, al menos, sucintamente, a Montesquieu y su separación de poderes. Preguntarle a Alfonso Guerra si todavía cree que Montesquieu está muerto y bien muerto. Aclarar lo que hizo el general Pavía, cuando el final de la Primera República, porque parece que no entró a caballo en el Congreso. Buscar alguna analogía efectista entre Patxi López y Chamberlain, y entre la intentona de octubre de 2017 y la fallida proclamación del Estado Catalán de 1873.

Finalmente, hay que procurar que a los futuros lectores todo esto no le suene a coña y no ocurra lo mismo que con el Cantón de Cartagena, que la gente se lo toma a broma y costó un montón de muertos. No sé. Me parece demasiado trabajo. Lo mismo lo dejo correr.