
El trípode del domingo
Ramona “la Catalana “
Los prejuicios políticos no han permitido todavía la investigación de su vida para un eventual proceso de canonización
Ramona María del Remedio Llimargas Solé, -“Ramona la Catalana”- fue una mujer fundadora de las Hermanas de Jesús Paciente para atender a los enfermos más desfavorecidos. Nacida en Vic en 1892 y fallecida en Barcelona en 1940, su vida estuvo plena de experiencias sobrenaturales incluidas bilocaciones. De familia muy humilde fue la única superviviente de sus siete hermanos y con tres años padeció de poliomielitis curada milagrosamente por la Virgen del Remedio, también de dislexia, etc. Sus padres eran demandaderos de un convento de la localidad y, sin formación escolar ninguna, sólo hablaba catalán como su madre fallecida en 1924, que la trataba con gran rudeza, disgustada por los fenómenos místicos que la acompañaban y que eran objeto de todo tipo de comentarios por sus vecinas. A los nueve años, Jesucristo se le apareció con la Cruz a cuestas y le pidió que le ofreciera sus sufrimientos para ayudar a llevarla, y que sería “fundadora”. Al comenzar la guerra civil fue detenida por milicianos para que declarara dónde se encontraba el Obispo de Vic a lo que se negó pese a amenazarla de muerte. Al llevarla para su ejecución coincidió con Francisco Freixenet, jefe de los milicianos anarquistas, que exigió la dejaran en sus manos para, al alejarse ellos, ponerla en libertad, muy agradecido por haber salvado de asfixia a un pequeño hijo suyo. Durante la guerra estuvo trasladando en bilocación mensajes de Dios a Franco, de lo que hay constancia por parte de su entorno más próximo, ayudantes, escoltas, centinelas, etc., que pensaban sería Santa Teresa. Hay episodios muy documentados al respecto como el cambio de estrategia en la sangrienta batalla del Ebro -tras hablar con ella- que decidiría la guerra ante la sorpresa del Estado Mayor que lo ignoraba. Su ardiente amor por los más desfavorecidos y los enfermos y heridos la llevó bilocada a los frentes de guerra a auxiliar a los heridos de ambos bandos, de lo que hay no pocos testimonios. También se acercó a dirigentes del bando republicano abogando por la paz y se estima que los “13 puntos de Negrín” para acabar con la persecución religiosa en 1938 tuvieron relación con ella. Al acabar la guerra se trasladó a Barcelona para fundar la Obra de las Reparadoras de Jesús Paciente. Ante los que comentaban que sería Santa Teresa la protagonista de esos acontecimientos, el general Petrirena expresará que no lo sería “porque hablaba en catalán”. Falleció de un cáncer que padecía una mujer a la que atendía y que rogó al Señor se lo trasladara a ella. Los prejuicios políticos no han permitido todavía la investigación de su vida para un eventual proceso de canonización.
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