El trípode
Sánchez con el apagón y el rearme confía en el cónclave
Puigdemont ya ha hecho saber por medio de Junts, que no apoya ese Proyecto de Ley sobre la jornada laboral y que presentará una enmienda de totalidad al mismo.
El Pleno del Congreso de los Diputados, del que hoy comienza la primera Sesión, se presenta denso y complejo. Tiene como punto destacado en la Sesión de mañana una comparecencia de Sánchez, a la que seguirá otra el jueves con el debate y votación del Proyecto de Ley sobre la reducción de jornada, considerada como el máximo logro político de Yolanda Díaz. El sanchismo tiene pues ante sí una auténtica prueba de fuego, con importantes frentes políticos abiertos con la oposición y entre sus propios socios de gobierno y sus aliados parlamentarios, que van desde el apagón del 28 de abril hasta la reducción de jornada, pasando por el rearme militar y el RDL anti arancelario. Sobre el Plan de Defensa, es evidente que tanto sus socios comunistas de Sumar como sus aliados de Podemos están en contra de ese rearme presente en su ¡No a la guerra!, aunque la diferencia importante estriba en que Podemos no tiene nada que perder y los de Sumar tienen demasiadas Carteras ministeriales y cargos que perder. Y la frontal posición entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, que no le perdona lo que considera una traición por parte de quien designó «digitalmente» como su sucesora al dimitir él.
Lo que lleva a que sea el PP el que tenga en su mano la última palabra al respecto, ya que los de Podemos votarán en contra. Sin cuestionar que la defensa es una evidente cuestión de Estado, no lo es menos que hablar en estos términos con el sanchismo es una contradicción existencial, porque la mayor cuestión «de Estado» es acabar con el gubernamental Frente Popular sanchista. En cuanto a la reducción de jornada, Puigdemont ya ha hecho saber por medio de Junts, que no apoya ese Proyecto de Ley sobre la jornada laboral y que presentará una enmienda de totalidad al mismo –al igual que tampoco lo apoyará el PP– por considerar que no ha sido negociado con la patronal sino solo con «sus» sindicatos.
Si a ese escenario le añadimos que el Real Decreto Ley de medidas para hacer frente a los aranceles de Trump tampoco lo apoya el PP, y que las posiciones de Izquierda Unida y otros «Sumandos» no están en excesiva sintonía con sus «progresistas» aliados nacionalistas vascos y catalanes, el escenario es perfectamente descriptible en su complejidad. En esa situación comparece Sánchez mañana para dar explicaciones sobre el apagón histórico, sobre el que hasta ahora no ha dado ninguna como es sabido. Sánchez (y sin que sirva de precedente), se encomienda a que el Cónclave de la Iglesia –que comienza también mañana– desvíe de él el foco informativo nacional.