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Sin Perdón

¿Sánchez al servicio de Puigdemont?

«La única alternativa es que el voto constitucionalista se movilice, como sucedió con Ciudadanos, alrededor del PP»

Por supuesto. Nadie puede dudar de que es lo que sucederá según sea el resultado de las catalanas. Hay barra libre, aunque el expresidente catalán sabe que su interlocutor no tiene ninguna fiabilidad. Es bueno recordar que fue el más fervoroso defensor de su destitución y de la aplicación del 155. Rajoy hubiera preferido que se evitara el conflicto. Desde su primer cargo en Galicia hasta la injusta y manipulada moción de censura, dio cumplida prueba de su carácter dialogante y su voluntad negociadora. Sánchez dijo que detendría y entregaría al fugado de la Justicia al Tribunal Supremo para que acabara en la cárcel. En aquella época era el enemigo público número uno. Luego cambió de idea. Es bueno recordar que el 155 se desarrollaría con total plenitud con Sánchez, ya que había que acabar con el líder de Junts. Es verdad que en el sanchismo no existe ni la verdad ni los principios, ya que los que querían acabar con él son ahora sus aliados. Entre ellos los visitadores de La Moncloa que controlan medios de comunicación y lo despreciaban en lo personal y en lo profesional. El «sanchito» de antaño lo ven ahora como un líder carismático, sobre todo porque pueden hacer fructíferos negocios bajo la alargada sombra monclovita. Eran los que apoyaron fervorosamente a Susana Díaz y se burlaban de Sánchez. No es malo recordar la campaña que hicieron. A Puigdemont le causó muy mala impresión el esperpento de los cinco días de abril y la manipulación de la visita al Rey. Es bueno recordar que es un catalán apegado al formalismo de Pujol y Tarradellas a los que conocí muy bien. Una cosa es ser independentista y otra muy distinta es que aceptase la mentira y la manipulación. No es una casualidad que desde que anunció su candidatura no haya criticado ni al Rey ni a la institución. Por tanto, sin afecto y confianza, sea Illa o Puigdemont, lo que sabemos seguro es que seguiremos teniendo un gobierno títere en La Moncloa. La única alternativa es que el voto constitucionalista se movilice, como sucedió con Ciudadanos, alrededor del PP y Sánchez tenga que convocar elecciones anticipadas o Feijóo presente una moción de censura que será viable ya que Puigdemont no apoyará a un sanchismo que siempre le ha traicionado.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)

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