Goya 2023

Somos la cultura, dicen

Hablar en nombre de la “cultura”, algo que se permiten casi todos los actores sin el más mínimo pudor,esembarazoso

Casi siempre, cuando escucho la palabra “cultura”, siento un pequeño desgarro en alguna víscera indeterminable y me avergüenzo un poco…

A ver, cuando uno no es un genio (un genio fuera de toda controversia), levantar el estandarte de la Cultura y el Arte como una propiedad que emana de nosotros, proyecta cierto patetismo ¿no creen?… La palabra cultura, empleada sin la mayor de las humildades, me chirría, como a algunos escuchar “bragas”.

En efecto, hablar en nombre de la “cultura”, algo que se permiten casi todos los actores sin el más mínimo pudor, es embarazoso, como escuchar a algún chalado al que le ha dado por hablar en tercera persona de sí mismo...Y esto ocurre cada año en el contexto de (Los Goya) un evento presuntuoso y mate, donde todos deberíamos reflexionar.

Personas invocando a la cultura como si, tocados por la gracia de su fonética o su significante: C U L T U R A... Devinieran en algo mejor y mayor de lo que son, o se dignificaran o elevaran sobre el resto de los sapiens los productos-culturales que los desvelan.

Mientras, esto sí que tiene poesía, orgullosos en sus tronos de cartón piedra, admirando satisfechos semejante espectáculo de vasallaje, los señores Pedro Sanchez, Yolanda Díaz e Irene Montero sonríen magnánimos a su feudo de aduladores mientras estos (polluelos egoistones) demandan que los españoles paguemos con nuestros impuestos sus creaciones (¿Hey, gobierno, por qué no subvencionas también mis libros y los de mis compañeros novelistas, filósofos, ensayistas y poetas?). Uno de ellos añadió incluso que habría que "pagar al público para ir al cine" jajjajajajajaja…¡No se rían! Aún no sabemos hasta dónde saqueará nuestro presidente las arcas públicas, comprometiendo la economía de las generaciones que hagan falta para conservar su silla.

«Ministros y ministrables, este año no pedimos nada, estamos bien”_ Dijo el presidente de la Academia de Cinematografía Méndez Leite, un comentario de agradecimiento seguido de las risitas complacidas (nunca las vieron más gordas) de Díaz y Sánchez, atiborrados (sin atisbo de empacho) de tantísima coba.

Anoche los profesionales del cine pidieron unánimes más dinero para la sanidad pública y a mí me parece lícito. Yo estoy de acuerdo. Pero entiendan amigues, que, puesto que el dinero no crece tirando un euro al suelo y esperando a que llueva y se reproduzca como las habichuelas mágicas, habrá que eliminar algún otro gasto público…

¿Qué tal si recortamos de las subvenciones al cine y dedicamos más dinero a ofrecer mejores sueldos y más medios a nuestros profesionales sanitarios, por ejemplo? ¿Y si extendemos los servicios de psiquiatría y psicoterapia y salud bucodental libres para todos los ciudadanos?

Lo que no entiendo es que en medio de vuestros discursos “virtuosos” nadie haya tenido el valor de levantar ni con el dedo meñique una sola crítica al Gobierno ni a la Ley Montero que ya nos ha regalado a las mujeres casi 500 agresores sexuales paseando en jarras por las calles, desde la más irredenta arrogancia.

¿Cómo es posible que una gala tan politizada y de un sector que presume de feminista no haya sino silencio ante una catástrofe legal y social sin precedentes en la historia de este país?

Por supuesto, entre los cientos de profesionales sentados en el auditorio sevillano habrá muchos, probablemente la mayoría, a los que no les guste Montero ni su ley, ni su pseudo feminismo… Y eso aumenta el bochorno en grado máximo ¿cómo ha podido el sector llegar a semejante grado de servilismo?

A mí es que me salen telarañas en ambos sobacos, en las corvas y hasta en el arco de la nariz con ciertos drones del régimen que se hacen llamar artistas, pero son incapaces de generar pensamiento y criterio, al servicio de una ingeniería social descarada y ramplona donde las haya… Activistas cuqui, peones a rebufo de los tiempos, de la moda y del gobierno…

El arte no es decoración. El arte_en cualquier soporte incluido el cine_ tiene que tener colmillo, desgarrar, morder y abrir nuevos caminos, aunque duelan; una obra entendida por la mayoría, vuela bajo; una obra aplaudida por todos es un fracaso. Y ya si satisface a papá estado...Entonces, es una mierda.

Pero pasemos a temas verdaderamente importantes. Juliette Binoche estuvo maravillosa y elevó el único discurso intelectualmente soportable y poético de cuanto recibimos anoche.