Bonus Track

Ternera

Ternera se tapa mucho la cara, quiere ocultarse tras su mano, eso significa que no está tan seguro de su pasado como dice

La entrevista de Évole a Ternera ha recibido muchas críticas, pero no parece un «blanqueamiento» del terror sino un documento que muestra crudamente el alma de un terrorista que, aunque no reconozca estar arrepentido, quiere «explicarse». Pues, dice, muchos han hablado por él, «incluso han escrito libros» (ahí, levanta la mandíbula, en un gesto de importancia), pero él nunca había hablado. Evidentemente, necesita justificarse. Hablar de sus «creencias». Pero las creencias son las piedras del pensamiento. Algunos solo tienen creencias, solo piedras en el pensamiento, sin espacio para nada más.

Ternera se excusa tras «la brutalidad fascista del Estado español» y un régimen que oprimía a las pobres Vascongadas, precisamente una de las dos comunidades ricas de España (¡de Europa!). ¿A cuántos tendría entonces que haber matado su víctima, cuyos padres emigraron desde La Mancha a la industrial Euskadi huyendo de la pobreza…? ¿Debieron las Castillas poner «muertos en la mesa» para que el Estado español se aviniera a negociar el conflicto y la miseria generados por su opresión?

Ternera se tapa mucho la cara, quiere ocultarse tras su mano, eso significa que no está tan seguro de su pasado como dice. Al menos, no está cómodo «dando la cara». Cuando se da cuenta de que se tapa el rostro, hace un gesto como de mesarse una inexistente barba, o de atarse una imaginaria capucha. Su semblante es completamente diferente del de su víctima, Francisco Ruiz, un hombre bueno, decente, de Ciudad Real que era policía y escoltaba al alcalde de Galdácano cuando ambos fueron acribillados a tiros por un «comando» de Eta en cuyo «aparato» estaba Ternera. Ternera dice «aparato» como quien habla de CEOs de empresa, con las palabras quiere tapar la sangre derramada, esa que ya no hay manera de recoger. Las manchas que deja la sangre son imposibles de limpiar, como sabía Lady Macbeth. Ternera también lo sabe, su cara dice que conoce la mugre de la violencia, su infamia, su injusticia, su atraso... Que entiende las marcas que deja todo eso en el rostro. En un alma.