Canela fina
Y Yolanda, ríe, ríe, ríe
«Aseguran que Yolanda Díaz Iscariote está sujeta a la disciplina de un tercer personaje, por completo al margen de Pedro y Pablo»
Un destacado podemita me envía unos versos, en pretendida glosa de un poeta que el lector sabrá identificar. Dicen así:
Era un aire suave de pausados giros; el hada Harmonía ritmaba sus vuelos; e iban frases vagas y tenues suspiros entre los sollozos de los violoncelos.
Sobre la terraza, junto a los ramajes, diríase un trémolo de liras eolias, cuando acariciaban los sedosos trajes, sobre el tallo erguidas las blancas magnolias.
La risueña Yolanda, risas y desvíos, daba a un mismo tiempo para dos rivales, el presidente Pedro de los desafíos y el profesor Pablo de los audiovisuales.
Al oír las quejas de sus caballeros la benigna Yolanda ríe, ríe, ríe, pues son sus tesoros las flechas de Eros, el cinto de Cipria, la rueca de Onfalia.
¡Ay de quien sus mieles y frases recoja! ¡Ay de quien del canto de su amor se fíe! Con sus ojos lindos y su boca roja, la graciosa Yolanda ríe, ríe, ríe.
Tiene claros ojos, es maligna y bella; cuando mira vierte viva luz extraña; se asoma a sus húmedas pupilas de estrella el alma del rubio cristal de Champaña.
Es noche de fiesta, y el baile de trajes ostenta su gloria de triunfos mundanos. La temible Yolanda, vestida de encajes, un decreto rompe con sus tersas manos.
El teclado armónico de su risa fina a la alegre música de un pájaro iguala, con los staccati de una bailarina y las locas fugas de una colegiala.
Amoroso pájaro que trinos exhala bajo el ala a veces ocultando el pico, que desdenes rudos lanzas bajo el ala, bajo el ala aleve del leve abanico.
Cuando a medianoche sus notas arranque, la caudilla Yolanda llegará al boscaje, boscaje que cubre la amable glorieta, donde han de someterla los brazos del comunista, que siendo marxista será su jefe, será su poeta. Así junto a los dos rivales engañados, Pedro y Pablo, la traidora Yolanda ríe, ríe, ríe.
¿Ocurrió esto en Castilla o en Andalucía? Yo el tiempo y el país ignoro pero sé que Yolanda ríe todavía y es cruel y eterna su risa de oro.
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