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Jaque al aperturismo de Bergoglio

Viganò, en el Vaticano
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El ex nuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganò, de 77 años, pidió ayer la renuncia del papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre el cardenal Theodore McCarrick, quien fue sancionado el junio pasado por el pontífice.

El ex nuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganò, de 77 años, pidió ayer la renuncia del papa Francisco al asegurar que conocía desde junio de 2013 las acusaciones de abusos sexuales sobre el cardenal Theodore McCarrick, quien fue sancionado el junio pasado por el pontífice.

El arzobispo Viganò escribió una carta de 11 folios publicada por medios de varios países en la que, además de al prelado, acusa a otros miembros de la Curia de formar un «lobby gay» y encubrir las acusaciones contra el cardenal estadounidense.

Desde que Francisco fuera elegido Pontífice, Carlo Maria Viganò de uno u otro modo ha estado presente, aunque no siempre para bien. El diplomático de 77 años escribió en 2009 una carta a Benedicto XVI denunciando la corrupción en las finanzas del Vaticano, así como una campaña de difamación hacia su persona. La Santa Sede emitió entonces un comunicado en el que manifestó «públicamente que esas afirmaciones son el resultado de evaluaciones erróneas o temores basados en pruebas no comprobadas».

Muchos piensan que en sus ataques a Francisco solo le mueven motivaciones personales y que no aceptó que el Papa aceptase tan rápido su renuncia en abril de 2016 al haber llegado al límite de edad de 75 años.

Benedicto XVI fue el que lo envió como nuncio a Estados Unidos en 2011. Polémico fue el encuentro que «amañó» entre Francisco y Kim Davis, una funcionaria que se negaba a casar a parejas homosexuales, durante el viaje del Papa Estados Unidos, sin contar con la Santa Sede, y precisamente aprovechando que el Encuentro Mundial de las Familias de Filadelfia.

Pero Viganò también es conocido en el último año por firmar la declaración que, el enero pasado, condenaba la exhortación «Amoris laetitia» sobre la familia. Un documento que apoyaron algunos prelados en protesta porque considera que contenía algunas desviaciones de la doctrina y del magisterio de la Iglesia.