Unidad de los cristianos

Desde hace más de medio siglo la Basílica de San Pablo “extra muros” es el marco donde se clausura la Semana de Oración por la unidad de los cristianos. Esta iniciativa, nacida en Nueva York a principios del siglo XX, ha llegado hasta nuestros días gracias a la colaboración entre el Pontificio Consejo para la Promoción de la unidad de los cristianos y la comisión “Fe y Constitución” del Consejo Ecuménico de las Iglesias con sede en Ginebra.

La ceremonia de este año -el 25 de enero día en que la iglesia católica celebra la conversión de San Pablo- ha sido especialmente solemne gracias a la participación de Su Gracia Justin Welby, arzobispo de Canterbury y Primado de la Iglesia Anglicana, y del Metropolita Policarpo Stavronopoulos en representación de Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla. Estaban también presentes otras dignidades de diversas iglesias y confesiones cristianas.

El lema de este año era “Ama al Señor tu Dios… y ama al prójimo como a ti mismo”. Sobre él se basó la homilía de Francisco que transformó la pregunta del doctor de la ley a Jesús: "¿Quién es mi prójimo? en ¿yo me hago prójimo. Yo y mi comunidad, mi iglesia, mi espiritualidad se hacen prójimas?. ¿O se quedan barricadas defendiendo sus propios intereses, celosas de su autonomía, encerradas en el cálculo de sus ventajas, estableciendo relaciones sólo para obtener algo?. Si así fuera no sólo se trataría de errores estratégicos sino de infidelidad al Evangelio".

Bergoglio luego añadió que “dividir nunca es de Dios, dividir es el diablo, del divisor”. También pronunció unas emocionadas palabras el primado anglicano quien pidió a Dios que “rompa las cadenas del odio y las transforme en cadenas de amor que es el fruto de la libertad”. Los dos se fundieron después en un abrazo fraterno y juntos impartieron la bendición a los 1.500 fieles presentes en la Basílica.