Covid-19

Las secuelas del Covid-19 en el corazón y los riñones

Ambos órganos se ven muy afectados por la acción del coronavirus sobre ellos, sin embargo las consecuencias a medio largo plazo son muy distintas

Una efermera de nefrología revisa la máquina de diálisis en la unidad de cuidados intensivos
Una efermera de nefrología revisa la máquina de diálisis en la unidad de cuidados intensivoslarazon

El corazón es, probablemente, el órgano más afectado por el Covid-19 tras los pulmones. En torno al 15-20% de los ingresados por esta enfermedad ha presentado alguna manifestación cardiaca ya sea esta leve o grave. Pese a la falta de evidencia científica al respecto, para los expertos parece claro que, quienes hayan padecido el coronavirus de forma más aguda presentarán consecuencias a medio largo plazo. «No sabemos lo que va a venir en los próximos meses o años, pero haciendo una extrapolación de lo que ha sucedido con otras enfermedades víricas que afectan al corazón, los pacientes a quienes el Covid-19 les haya atacado al corazón deberán tener un seguimiento más estrecho», asegura Ángel Cequier, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Según este experto, las complicaciones más habituales han sido la miocarditis así como un impacto derivado directamente de la infección del virus a los pulmones y la posterior inflamación. Todo ello «ha provocado directa o indirectamente, más afección miocárdica difusa, es decir, una ‘‘herida’’ más extensa aunque más superficial en el corazón», cuenta. Y esto, claro, tiene consecuencias, «como arritmias a largo plazo que pueden llegar a provocar muerte súbita, o insuficiencia cardiaca. Dependiendo de la extensión el pronóstico es peor», continúa Cequier.

Porque existe una clara correlación y cuanto más extenso es el daño producido por el virus mayor es la cicatriz, ya que esto no permite al corazón contraerse bien. Por todo ello asegura contundente que «el pronóstico de los pacientes con problemas cardiacos por coronavirus va a quedar afectado y su supervivencia limitada». Independientemente de la causa del daño cardiaco, el pronóstico es peor». Por eso estas personas deberán tener un seguimiento más estrecho.

La afección renal

La cara «positiva» de esta patología la representan los riñones, otro órgano cuya actividad se ve muy comprometida con el Covid-19. Hasta el punto de que uno de cada cien pacientes hospitalarios necesita diálisis y entre el 5-10% de los ingresados en UCI. «Esto sucede como consecuencia de la inflamación sistémica producida por el coronavirus y que conlleva en no pocos casos la pérdida de la capacidad de producir orina en estos pacientes», explica Emilio Sánchez miembro de la Junta directiva de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).

En este caso la buena noticia es que, a l a luz de los datos de que se dispone en hasta ahora, la mayoría se recupera. «Un porcentaje tiene alguna complicación, pero la mayor parte se libra de la diálisis. Habrá que ver si se recuperar el 100% de la función renal con el tiempo pero por ahora parece que deja pocas secuelas en este órgano», asegura el nefrólogo, quien, no obstante recuerda que el 25% de las personas en hemodiálisis que han padecido el coronavirus ha fallecido.