Coronavirus

Secuelas post Covid-19: Los neumólogos comenzarán en junio las revisiones a pacientes que se infectaron

Aunque la mayoría de los afectados no tendrá ningún daño, entre un 5% y un 10% de los que tuvieron cuadros más graves puede presentar disnea, fibrosis pulmonar o quistes aéreos

Radiografía con secuelas del coronavirus
Radiografía con secuelas del coronavirusDreamstimeDreamstime

A medida que se rebaja el nivel de ingresos en las UCI y comienza el desconfinamiento, los servicios de Neumología de los hospitales se preparan para comenzar a revisar a los pacientes que han tenido Covid-19. Se desconoce en realidad cuál puede ser la magnitud de las secuelas, pero los diferentes casos analizados permiten intuir a los expertos algunas de ellas, especialmente en los post-UCI. «Es un tema que nos trae de cabeza. Estamos ahora mismo preparando las revisiones porque hemos detectado secuelas radiológicas importantes, por lo que es muy posible que se produzcan lesiones pulmonares. Todavía es pronto para saber si estos signos de cicatrices que hemos visto donde antes había una neumonía tendrán consecuencias para los pacientes. Algunas no van a ser reversibles, como es el caso de la fibrosis pulmonar, por lo que habrá que estar pendientes y realizar una revisión funcional, que consiste en hacer pruebas respiratorias. Todos los servicios de Neumología de los hospitales estamos organizando estas citas. En junio empezarán las primeras y será entonces cuando se sepa el alcance real de las secuelas del coronavirus», explica Germán Peces-Barba, vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). «Pensamos que serán sólo en casos graves de pacientes que han ingresado en UCI donde se verán, pero cuántas no lo sé», añade.

«A corto plazo sí podemos estimar que el 80% de los pacientes que han superado la enfermedad parece que está bien. De hecho, no están recibiendo tratamiento. Después, entre un 15% y un 20% sufre las consecuencias de la inmovilidad durante su ingreso hospitalario. Así, hemos detectado atrofia muscular y diferentes debilidades musculares que dificultan el caminar, sobre todo en personas mayores. Pero lo que nos preocupa son las secuelas a medio y largo plazo. Algunas se llegan ya a intuir. Así, a nivel respiratorio hemos detectado pacientes con disnea (dificultad para respirar persistente) o con lesiones tipo fibrosis pulmonar. Hemos visto alteraciones radiológicas de dificultad para respira», precisa Javier de Miguel, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid.

«De ahí que lo ideal sea una vez que estos pacientes han recibido el alta hacerles un seguimiento, plantear hacer TACs torácicos y pruebas pulmonares», explica. El problema es que hasta ahora estas consultas han estado cerradas, «pero ahora se empezarán a programar y desde la Atención Primaria se hará un seguimiento para un cribado inicial», añade De Miguel, que explica que «estimamos que entre un 5-10% de los que tuvieron una estancia hospitalaria prolongada o que necesitaron ventilación o intubación son más propensos a sufrir secuelas como disnea o fibrosis pulmonar».

«También hemos detectado casos de bullas, quistes aéreos dentro de los pulmones que pueden provocar neumotórax», añade Ricardo Gómez Huelgas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Eso se debe a que estas bolsas de aire que se forman en el tejido pulmonar a veces pueden reventar haciendo que el aire se filtre en el espacio que rodea los pulmones y pudiendo causar un colapso pulmonar que también puede originarse por una fuerte contusión en el pecho, una enfermedad pulmonar o cuando al paciente necesita asistencia mecánica para respirar si el respirador causa un desequilibrio de presión de aire dentro del pecho.

«Sí, posiblemente sea correcta esta cifra, entre un 5% y un 10% de los pacientes más graves ingresados en UCI puede que tengan secuelas, pero es una estimación, falta ver que así sea», precisa Gómez Huelgas. «Hemos visto datos, imágenes y casos concretos. El problema es que la imagen en sí no refleja cómo está la función de los pulmones. En cualquier caso hemos detectado neumonías extensas con lesiones residuales, cicatrices, en una o dos zonas del pulmón, no en todo el órgano. Tienen una apariencia distinta. Al menos es lo que parece», precisa el vicepresidente de la Separ. De ahí que seas tan importante las revisiones: «Los pacientes que han superado el Covid-19 presentan pérdida de capacidad respiratoria, se notan más cansados, por esto es importante hacer un seguimiento para detectar posibles secuelas de forma precoz», añade este experto.

Y se intuye un segundo problema, porque las fibrosis pulmonares graves se suelen dar en personas a partir de 60 años, no en individuos de 30. «Esperemos que no sea una enfermedad grave porque frente a la fibrosis pulmonar hay tratamientos pero no la cura. Es decir, lo que podemos hacer es frenar el avance del enfermedad. En cualquier caso, no pensamos que estos pacientes vayan a presentar fibrosis de este tipo, sino más del tipo residual. La transcendencia de la misma dependerá de la capacidad pulmonar que uno tenga», añade Peces-Barba, que hace hincapié en la importancia para estos pacientes y para todos de dejar de fumar. «Pese a los controvertidos estudios que han salido publicados, fumar va mal para todo», recuerda.

Se trata, en todo caso, de estimaciones, porque a día de hoy «las secuelas no cuentan todavía con una base científica suficiente. A corto plazo sí se pueden hablar de casos, pero a medio y largo plazo son solo hipótesis basadas en el síndrome post-UCI habitual», precisan desde la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc). A este respecto, la doctora María Cruz Martín Delgado, experta de la citada sociedad explica que «dado que estos pacientes tienen más riesgo de desarrollar secuelas se realiza rehabilitación motora y respiratoria incluso cuando están conectados al respirador primero con movimientos pasivos y luego activos. Entre un 30% y un 50% de los pacientes que ingresan en UCI tiene alguna secuela, ya sea respiratoria y motora, cognitiva o psiquiátrica. En el caso de los pacientes con Covid-19 es pronto aún para poder dar un porcentaje exacto, pero lo que se supone es que en los primeros meses el 30% de los pacientes de UCI tendrá alguna alteración clínica, normalmente pulmonar, y luego ese porcentaje se va reduciendo. En el caso de los que ingresan por Covid-19 presentan distrés respiratorio agudo y sabemos de otras situaciones que a los tres o seis meses pueden seguir presentando una capacidad ventilatoria reducida, incluso pulmón fibrótico. De ahí que sean importantes los ejercicios respiratorios con ellos antes de salir de la UCI. Y, tras el alta, algún paciente puede tener secuelas. Por eso, no podemos olvidarnos de ellos. Son necesarias las consultas post UCI de forma multidisciplinar tanto con el paciente como con sus familiares entre el primer y tercer mes de alta hospitalaria».

Y, no hay que olvidar, que «la mayoría de los pacientes no va a tener problemas tras haber superado el Covid-19», tal y como aseguran todos los expertos consultados.