Coronavirus

Coronavirus

Sanidad eleva de golpe en 1.179 la cifra, pero obvia más de 15.000 que no puede “ubicar”

El Ministerio recoge 437 muertos menos que el 24 de mayo. Somos el sexto país del mundo con más decesos y el tercero si se incluye el exceso de mortalidad

Salvador Illa, ministro de Sanidad, junto a Fernando Simón, director de CCAES, ayer, en Moncloa
Salvador Illa, ministro de Sanidad, junto a Fernando Simón, director de CCAES, ayer, en MoncloaAlberto R. RoldánLa Razon

Tras 12 días con la cifra de fallecidos congelada, el Ministerio de Sanidad actualizó ayer los datos. Finalmente, el departamento que dirige Salvador Illa considera que son 28.313 las personas que han perdido la vida por el Covid-19 en nuestro país. A ellos hay que añadir dos muertos más recogidos en la actualización del informe por la tarde: 28.315. Es decir, 1.179 víctimas mortales más que ayer (un 4,34% más) o que el 7 de junio, pero que sigue recogiendo 437 muertes menos que el informe también «corroborado» en su momento por Sanidad del 24 de mayo, día a partir del cual Sanidad cambió la forma de contabilizar los datos y la cifra de fallecidos empezó a bajar.

Una «profunda» revisión

En todo caso, dicha cifra, fruto de lo que aseguran una profunda y sobre todo serena revisión, no es ni mucho menos la definitiva, sino únicamente los fallecidos confirmados. «Se congelaron las cifras debido al cambio en el sistema de vigilancia y la necesidad de actualizar los datos de los casos registrados durante el pico de la pandemia, ya que los sanitarios entonces no tenían tiempo para rellenar todas las fichas», trató de explicar Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, conocedor de las críticas que ha despertado el tener tanto tiempo ese dato congelado, máxime cuando ya no estamos ni mucho menos en el pico de la pandemia.

Simón ha reconocido que este balance también podría cambiar. Un descuadre al que ya parece que estamos acostumbrados. Según él, están asumiendo que todas aquellas muertes con PCR positiva fallecen por coronavirus. Es decir, «también se incluyen los que teniendo una infección por Covid-19 mueren por otra causa», añadió Simón, dando a entender que incluso la cifra es más elevada de lo que realmente es. Lo que no cuadra con el exceso de mortalidad que arroja el informe MoMo, que eleva a 43.360 los fallecidos de más, y eso pese a que MoMo no recoge los datos de todo el país, sino del 92% de la población española, y que ese exceso (de un 56%) es únicamente el observado entre el 13 de marzo al 22 de mayo. O sea, que serían bastante más, máxime cuando la mortalidad en accidentes de tráfico lógicamente ha caído de forma drástica. A ello hay que añadir las muertes indirectas del Covid, léase todas aquellas personas que por miedo al contagio pospusieron hasta ser demasiado tarde acudir al hospital. «Más del 90% de los fallecidos por Covid en España son mayores de 65 años. ¿Podrían ser ancianos ese exceso? Podría», reconoció Simón. Pero es que no son 13.000 como le preguntó un periodista, son 15.045 si se compara con MoMo, 15.630 si se compara con los datos del INE (que hasta el 24 de mayo registró 43.945 muertes de más respecto al mismo período del año anterior) y 15.670, según las funerarias (43.985 hasta el 25 de mayo).

A ello hay que sumar que el Gobierno no sigue los criterios de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) en el recuento de víctimas mortales. Lla OMS no distingue entre fallecidos por coronavirus con o sin test, sino que pide a los países que todos sean contabilizados. Algo que el Ministerio asegura que hará aunque requiere tiempo. Y, pese a ello, somos los sextos a nivel mundial por número de fallecidos, según la Universidad Johns Hopkins. Y si finalmente MoMo, INE y funerarias tuvieran razón, seríamos los terceros, solo por detrás de EE UU y Brasil. Quizá por esta forma de contabilizar, ayer la plataforma ourworldindata.org daba 29.054 fallecidos en España. Y si todo ello no fuera lo suficientemente grave hay que añadir que Sanidad, tras meses de pandemia, sigue sin dar la cifra de fallecidos en residencias de ancianos. ¿El argumento? El mismo: «Estamos a la espera de recibir información de esos centros. Cuando la tengamos, la comunicaremos», manifestó Illa, aseverando la «transparencia» del Ejecutivo sin ruborizarse, pese a que el ISCIII ya no da la cifra de fallecidos por Covid que antes si ofrecía o que a los matemáticos llevan desde el 20 de mayo sinaportarles las cifras.

Nueve brotes en siete CC AA

Cuando España entra en la fase final de la desescalada y ha adelantado la apertura de fronteras europeas para mañana, Sanidad notificó que en el último mes se han registrado 34 brotes en España, de los cuales nueve seguían ayer activos «aunque controlados» con casi un centenar de personas contagiadas (92). Illa, a preguntas de los periodistas, explicó sin dar más detalle que los nueve brotes se han detectado entre «mataderos, temporeros, residencias de ancianos, centros sanitarios, por incivismo y por algunos casos importados». En concreto, según los datos facilitados ayer por Sanidad a este periódico, hay «dos brotes en Andalucía, uno en Canarias, uno en Castilla-La Mancha, uno en Cataluña, uno en Murcia, otro en Castilla y León y dos en País Vasco». Unos brotes que han afectado a casi mil personas (982) y que Sanidad da en todo caso por controlados. Así, tras el del Hospital de Basurto, en Bilbao, se detectó la pasada semana otro en Gerona, precisamente en una empresa agroalimentaria.

En cuanto al temor a posibles rebrotes, Simón explicó que hoy se detectan antes, y más, los contagios. Así, en pleno pico «detectamos algo más del 9% de los casos reales y desde el 11 de mayo más de un 18%. Pero ese porcentaje ha ido subiendo y ahora probablemente estamos por encima de una detección del 25%». «Detectamos 53.000 nuevos casos sospechosos cada semana», añadió Simón, que insistió en que «el riesgo 0 no lo podemos garantizar». En la actualidad, ya son 245.268 los casos contagiados acumulados, y de ellos hay 1.994 hospitalizados y 312 en la UCI; un número este último muy bajo en comparación con los 5.500 que llegaron a estar ingresados en pleno pico de la pandemia.