Salud

Cómo intervenir tumores malignos de la mano para conservar la movilidad

Medicos del Quirónsalud Córdoba salvan la mano de una paciente tras una compleja cirugía de tumor del nervio

El doctor Manuel Zafra y las doctoras Pilar Uceda y María del Carmen Ruiz Bonilla integran la Unidad del Miembro Superior del Hospital Quirónsalud Córdoba
El doctor Manuel Zafra y las doctoras Pilar Uceda y María del Carmen Ruiz Bonilla integran la Unidad del Miembro Superior del Hospital Quirónsalud CórdobaQuirónsalud

Salvar la mano del paciente, ese es el objetivo que se marcó el equipo de la Unidad de Miembro Superior del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud Córdoba, en Andalucía, cuando hace unas semanas afrontó –y realizó con éxito– una compleja intervención de tumor neurológico maligno en el nervio mediano de la mano derecha de una paciente de mediana edad y diestra, para mayor detalle.

Se trata de un sarcoma de nervio, un tipo de tumor de muy baja incidencia en la población mundial (al igual que en España). De hecho, hay escasa referencia en publicaciones científicas internacionales a este tumor y este tipo de intervenciones.

La gravedad del diagnóstico de la paciente» exigía actuar con rapidez y diligencia con el objetivo de conservar la mano y evitar la amputación», explica la doctora Pilar Uceda, miembro de esta unidad, junto a la doctora María del Carmen Ruiz Bonilla, y liderada por el jefe del servicio, el doctor Manuel Zafra. Para ello, realizaron «una resección del nervio afectado por la lesión tumoral, así como de todos los tejidos periféricos para asegurar la eliminación completa del tumor. Simultáneamente se realizó una microcirugía reconstructiva con injerto de nervio sural que se extrajo de la pierna derecha de la paciente y se suturó al nervio sano restante con la finalidad de dar sensibilidad a la mano y función a los músculos», detalla la doctora Uceda.

«Asimismo –prosigue la especialista–, se trasladaron los tendones de la mano derecha para dar una función de pinza y agarre». La microcirugía se completó con varios injertos de piel y de tejidos blandos que cubrieron la piel perdida de la mano de la paciente.

Dificultad

«El mayor peligro de la intervención era que no hubiera podido extraerse completamente el tumor y hubieran quedado restos de masa tumoral. También había peligro de que se infectara, al ser una cirugía de mucha complejidad, y que la mano no volviera a recuperar su funcionalidad. Además, se practicó una microcirugía reconstructiva con un altísimo grado de dificultad», detalla la doctora Uceda. Pero lo más difícil fue decidir, continúa la doctora, «hasta qué parte de nervios quitar para poder eliminar totalmente el tumor, sabiendo que luego había que proceder a reconstruir la mano».

«La microcirugía también fue muy difícil, hubo que hacer un injerto de nervio sural que se extrajo de la pierna derecha de la paciente y se suturó al nervio sano restante», precisa la experta.

La cirugía duró «alrededor de cuatro horas», estima Uceda. A continuación, la paciente estuvo ingresada tres días y, tras la cicatrización de las heridas, la mujer se sometió a las sesiones de quimioterapia indicadas por el servicio de Oncología Médica, así como una compleja y exigente rehabilitación. En concreto, «la paciente, que presentaba un tumor maligno dentro de los que se catalogan como tumores raros, recibió tras la operación quimioterapia complementaria con doxorrubicina por 6 ciclos», explica María Jesús Rubio, jefa de servicio de Oncología Médica de Quirónsalud Córdoba. En la actualidad, la paciente está libre de la enfermedad, su mano derecha es sensible y con capacidad para realizar sus actividades cotidianas. Todo un logro.

Los tumores en las extremidades superiores e inferiores no son comunes. De hecho, «son más frecuentes en las inferiores», precisa Uceda. Además, «los tumores de partes blandas son los más prevalentes en las extremidades inferiores». En este caso el tumor era neoplásico. Se diagnosticó a través de una resonancia magnética. «Pueden presentarse tumores benignos como encondromas (es un tipo de tumor óseo benigno de tipo cartilaginoso) y lipomas (tumores de grasa que se desarrollan lentamente y que están ubicados entre la piel y la capa muscular que no se ve). Y también pueden presentarse malignos como osteosarcoma (el tipo más frecuente de cáncer de huesos) y condrosarcoma (un tipo de cáncer poco frecuente que suele comenzar en los huesos, pero a veces puede presentarse en los tejidos blandos cerca de los huesos)», añade.