Investigación
La anomalía cromosómica de las células cancerosas podría ser la clave para eliminarlas
La aneuploidía (el exceso o la ausencia de cromosomas que caracteriza a las cancer cells) es el cambio genético más común en el cáncer, y se conoce desde hace 140 años. Ahora, un estudio israelí identifica por primera vez esta característica como una vulnerabilidad de los tumores.
La mayoría de las células cancerosas tiene un exceso o ausencia de algunos cromosomas que si tienen las “normales”, que cuentan con dos juegos de 23 cromosomas cada una, uno del padre y otro de la madre. Esta diferencia, lejos de ser identificada y rechazada por las células sanas, es “tolerada” y hace avanzar la progresión de la enfermedad. Esta relación entre la aneuploidía y el cáncer se descubrió hace más de un siglo, mucho antes de que se supiera que el cáncer era una enfermedad genética (e incluso antes del descubrimiento del ADN como material hereditario). Los investigadores siempre se han preguntado si esta característica no podría servir para lo contrario, es decir, para atacarlas y paralizar su actividad. Ahora, y por primera vez, un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Tel Aviv arroja esperanza sobre que la diferencia cromosómica pueda ser utilizada como una debilidad de los tumores, en lugar de ayudar a que se desarrollen más rápidamente.
El trabajo, publicado en la revista Nature ha sido recibido con gran entusiasmo entre la comunidad científica ya que, en esencial, abriría la puerta al desarrollo futuro de medicamentos que utilizarán este rasgo para eliminar el cáncer. Una buena noticia a menos de una semana de que se celebre la XX edición del Día Mundial contra el Cáncer.
Aplicación en tumores
Según el doctor Ben-David, director del laboratorio que ha liderado el estudio la aneuploidía es en realidad el cambio genético más común en el cáncer. Aproximadamente el 90% de los tumores sólidos, como el cáncer de mama y el cáncer de colon, y el 75% de los cánceres de la sangre, son aneuploides.
En el estudio, los investigadores utilizaron métodos bioinformáticos avanzados para cuantificar la aneuploidía en aproximadamente 1.000 cultivos de células cancerosas. Luego, compararon la dependencia genética y la sensibilidad a los fármacos de las células con un alto nivel de aneuploidía con las de las células con un nivel bajo de aneuploidía. Las consecuencias específicas de la aneuploidía dependen en gran medida del contexto y están influenciadas por el entorno genético y ambiental de una célula. Las implicaciones de su hallazgo tienen especial relevancia a la hora de encontrar a los pacientes que responderán mejor a fármacos que retrasan la separación de los cromosomas. Hasta ahora, aunque la investigación de estos medicamentos se encontraba en fases avanzadas, no se sabía qué personas responderían a ellos y cuáles no. Esto significa que la aneuploidía pasaría a ser un nuevo marcador biológico.
Aun así, los investigadores son prudentes con los resultados. “Debe enfatizarse que el estudio se realizó en células en cultivo y no en tumores reales, y para traducirlo al tratamiento de pacientes con cáncer, se han de realizar muchos más estudios de seguimiento. Sin embargo, si son ciertos en pacientes, nuestros hallazgos tendrían una serie de implicaciones médicas importantes”, resalta el doctor Ben-David.
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