Pandemia

España, farolillo rojo de Europa por la ineptitud de Sanidad

Lejos de enmendar su error y de coger el toro por los cuernos, Darias y sus altos cargos han preferido mantener la estrategia del avestruz: esconder la cabeza

Carolina Darias, ministra de Sanidad
Carolina Darias, ministra de SanidadChema MoyaAgencia EFE

El Ministerio de Sanidad sigue sin dar una a derechas. Tan deseosos estaban de complacer a Moncloa la ministra Carolina Darias, Fernando Simón y el resto de sus altos cargos, que aceptaron genuflexos activar la desescalada y suprimir la obligatoriedad del uso de las mascarillas al aire libre. Tampoco les dolieron prendas en quitar hierro a la variante Delta o india, de la que el portavoz científico del Gobierno en esta pandemia llegó a decir, como ya hiciera con la británica o Alfa allá por el mes de enero, que su incidencia iba a ser poco más o menos que marginal. La meta pasaba por vender de nuevo la «normalidad» recuperada y la vacunación como hitos del Gobierno ante una población hastiada, y así lo hicieron. Exactamente igual que en el fatídico verano de 2020 que dio paso a la segunda ola.

Días después de ese ejercicio de autocomplacencia, el virus ha cogido de nuevo a España con el pie cambiado. Los contagios no han dejado de crecer, produciéndose un estallido colosal que no había sido visto desde la primera ola, con incidencias superiores a los 800 casos en algunas franjas de edad, y nuestro país es de nuevo la oveja negra de Europa. Lejos de enmendar su error y de coger el toro por los cuernos, Darias y sus altos cargos, tanto monta, monta tanto, han preferido mantener la estrategia del avestruz: esconder la cabeza en espera de que la tormenta amaine y dejar que sean las comunidades las que suden tinta china para suavizar esta quinta ola que se ha echado encima. Sanidad ha vuelto a lavarse las manos con todo por hacer: la desescalada es un fracaso y no hay ni una ley de pandemias para atajar el caos.