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Alimentación

Este es el nuevo sistema de la OCU para identificar la comida saludable

La organización pone en marcha el formato NOVA que cataloga los alimentos según su procesamiento

Mesa con comida saludable La RazónMesa con comida saludable y productos valencianos.

Cada vez son más personas las que se interesan por saber lo que comen y sus valores nutricionales. Tanto es así que distintos supermercados han puesto en marcha sistemas para catalogar la comida. La aparición del sistema NutriScore o, incluso, recomendaciones del Gobierno creadas para tratar que el consumidor sepa, mediante un algoritmo en ocasiones, si aquello que consume es saludable.

La relación entre comida y salud es exacta. Muchos son los estudios que demuestran que una buena alimentación está perfectamente relacionada con una vida saludable y ayuda, en muy altas proporciones, a prevenir enfermedades. Además, si esto se consigue compaginar con deporte y un buen descanso, el combo perfecto para una vida saludable puede llegar a conseguirse.

Así las cosas, la Organización de Consumidores Unidos (OCU), ha elaborado un sistema para catalogar los alimentos y así saber si estos son saludables. Para ello, la organización ha establecido cuatro categorías que se centran en seguir “la regla de oro de nuestra alimentación debe ser consumir productos frescos, principalmente vegetales, y pocos procesados” según el organismo.

Sistema NOVA

Bajo esta última premisa, se catalogan siguiendo estándares según el nivel de procesamiento de los alimentos. Para ello, el sistema NOVA clasifica el grado de procesamiento de los alimentos y sus implicaciones nutricionales y así establece la recomendación.

Aunque la OCU recuerda que no todos los procesados son iguales, se han tenido en cuenta que los ultraprocesados no suelen aportar valores nutricionales positivos y, además, incorporan una cantidad considerable de aditivos. A continuación puede consultar los cuatro grupos que ha establecido la OCU:

Grupo 1: frescos o mínimamente procesados: En esta categoría se encuentran los alimentos no procesados tanto de origen vegetal (hojas, tallos, raíces, tubérculos, frutas, nueces o semillas) como animal (carne, casquería, huevos o leche). Además, también se consideran parte de este grupo aquellos alimentos que hayan sido sometidos a una transformación que no incorpore ninguna sustancia al producto original. Este sería el caso de aquellos que han sido pelados, lavados, rallados o congelados, por ejemplo.

Grupo 2: ingredientes culinarios procesados: En este punto se encuentran aquellos ingredientes extraídos o refinados a partir de otros productos. Esto se da cuando son procesados con aceites vegetales, grasas animales, almidones, azúcar e, incluso, la sal. La OCU hace énfasis en que son aquellos alimentos que no se consumen solos y sirven para dar “palatabilidad, mayor aceptación o enriquecer las comidas”.

Grupo 3: suma del Grupo 1 y 2: En este punto empiezan los alimentos procesados. Como bien se había comentado, la OCU considera que procesar algo no es igual para todos las comidas. Así, en este grupo se entienden aquellos que “son el resultado de la adición de ingredientes culinarios procesados a alimentos no procesados o mínimamente procesados para aumentar su conservación o palatabilidad”. Esto incluye desde las verduras o legumbres enlatadas al jamón, además de otros como los productos cárnicos no reconstruidos, el pescado ahumado, el queso o el pan, por ejemplo.

En este sentido, como en el caso de los ingrediente procesados, aunque pueden ser artesanales, la mayoría son industriales. “Los alimentos procesados conservan la identidad básica y la mayoría de los constituyentes de los alimentos originales, pero las sustancias añadidas se infiltran en los alimentos y alteran su naturaleza”, añade la organización.

Grupo 4: ultraprocesados: el último segmento, aquel que la OCU pretende que la población no consuma en exceso, estos formado por alimentos y bebidas elaboradas por otros. Además, no se suele reconocer el alimento de origen y tratan de “imitar apariencias, formas y cualidades sensoriales”.

El uso de aditivos es muy habitual en este tipo de comidas e, incluso se les suelen añadir nutrientes para enriquecerlos. Este grupo lo conforman la bollería, galletas industriales, helados, refrescos o golosinas, entre otros.

Como aplicar el nuevo sistema

La OCU, además de catalogar alimentos, también ofrece como estos se deben consumir para cumplir con una dieta saludable. Para la organización la alimentación tipo de una persona se debe basar en los productos del Grupo 1 y 2, es decir, productos frescos cocinados en casa.

La recomendación de la OCU ante los otros grupos es clara: “cuanto menos, mejor”. Esta forma tajante se debe a que el aumento de los alimentos de esos grupos ha aumentado exponencialmente. Según la organización, desde 1990 a 2010, el consumo de estos se ha triplicado, algo que favorece la aparición de más enfermedades y una vida menos saludable.

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