Pandemia
España sólo ha entregado el 21% de las vacunas contra la Covid-19 que prometió a los países más pobres
Nuestro país ha suministrado 6,2 millones de los 30 millones de dosis a las que se comprometió y pese a ello es, junto a Suecia, el quinto país europeo que más cumple
Pese a que la única forma de frenar el avance del SARS-CoV-2 y de que aparezcan nuevas variantes más peligrosas es con la vacuna contra la Covid-19, sólo el 1,3% de la población de los «países pobres» cuenta con la pauta completa. Y es que las farmacéuticas y los países ricos sólo han suministrado una séptima parte de las dosis prometidas. España ha entregado hasta el momento 6,2 millones de los 30 millones de dosis que prometió. Es decir, únicamente el 21%. Estas son algunas de las conclusiones del informe «A Dose of Reality» (una dosis de realidad) publicado esta madrugada por la alianza People´s Vaccine.
Y pese al dato desolador, lo cierto es que únicamente dos países de la UE han entregado más dosis que España: se trata de Alemania y Francia, que han dado 12.394.960 y 10.704.080 dosis, respectivamente. Lo que por otra parte es únicamente el 12 y el 9% de lo comprometido por estos estados. En cambio, Austria ha donado más de las prometidas, pero siguen siendo menos de las entregadas por España: 2,15 millones de dosis entregadas cuando prometió un millón.
“No sabemos la razón por la que no se han entregado las vacunas comprometidas por parte de España, pero el plazo no ha expirado. De hecho, queda bastante plazo y el ritmo de donaciones no es malo, al menos desde una perspectiva comparada”, explica a este periódico Beatriz Novales, directora de programas de Oxfam Intermón. De hecho, “España ocuparía la quinta posición con un 21% de cumplimiento de sus compromisos junto a Suecia en la lista de los cinco países del llamado ‘’Team Europe’' de los que hay datos de cumplimiento. Austria, Irlanda, Nueva Zelanda y Dinamarca encabezan la lista y países como Portugal, Luxemburgo, Alemania o Francia están en posiciones inferiores a la de España”, precisa Novales.
En cuanto a los principales donantes no europeos, “Japón y Nueva Zelanda tienen un porcentaje de cumplimiento mayor que el de España (aunque en el caso de buena parte de sus vacunas van a parar a países de ingreso alto y en el de Nueva Zelanda el compromiso es sobre un número de vacunas significativa menor. Por su parte, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos muestran un porcentaje de cumplimiento menor que el de España”, añade la experta de esta organización que participa en este informe en el que se revela que, de los 1.800 millones de donaciones de vacunas contra la Covid-19 prometidas por los países ricos, hasta la fecha sólo se han suministrado 261 millones (un 14%), mientras que las farmacéuticas occidentales han entregado únicamente el 12% de las dosis destinadas a Covax, la iniciativa para ayudar a los países con menos recursos a obtener un acceso justo a estas vacunas.
El estudio destaca que algunos gobiernos, como el británico, siguen bloqueando la posibilidad de que Sudáfrica o India fabriquen sus propias vacunas, y Reino Unido ha entregado menos del 10% de las dosis que prometió a los países más pobres: 9,6 millones de 100 millones de dosis. Además, hay países que se han quedado para su propio uso medio millón de dosis de Covax, pese a tener dosis de sobra para su población. Así, Canadá se ha hecho con más de 970.000 dosis que iban a esta iniciativa solidaria, y ha entregado 3,2 millones de los 40 millones de dosis que prometió (el 8%).Y EE UU, pese a ser el país que ha dado más dosis (casi 177 millones), únicamente ha entregado el 16% de los 1.100 millones de dosis prometidas.
Además, la UE y otros países ricos siguen sin apoyar la propuesta de más de cien naciones de renunciar a las patentes sobre vacunas y tecnologías relacionadas con la Covid-19. “Las naciones ricas y las corporaciones están fallando vergonzosamente a la hora de cumplir sus promesas y bloquean la solución real que brindaría a las poblaciones más pobres la capacidad de fabricar sus propias vacunas. Esto solo demuestra que, tristemente, las personas más vulnerables no pueden confiar en la generosidad y la caridad de los países más ricos y las empresas farmacéuticas. Las consecuencias son horribles: cientos de miles de personas mueren a causa de la Covid-19″, denuncia Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
“En este el último año, desde que India y Sudáfrica presentaron la propuesta de suspender las patentes, ha habido más de tres millones y medio de muertes, ¿cuántas podríamos haber evitado? Es inmoral que algunos países no hayan llegado al 3% de la población vacunada y sigamos negociando”, afirma Vanessa López, directora de Salud por Derecho. “Las donaciones pueden aliviar una emergencia, pero no son la respuesta a esta pandemia. Necesitamos más producción y que todos los países puedan comprar sus propias vacunas a un precio justo”, añade.
El informe también denuncia que de los 994 millones de dosis destinadas a Covax por Johnson & Johnson, Moderna, Oxford/AstraZeneca y Pfizer/BioNTech, sólo se han entregado 120 millones; es decir, el 12% de lo prometido y una cifra 15 veces menor a los 1.800 millones de dosis suministradas a los países ricos por estas empresas. De hecho, Johnson & Johnson y Moderna han enviado cero dosis a esta iniciativa. Y es que las cuatro farmacéuticas afirmaron que fabricarían unos 7.500 millones de vacunas en 2021 pero, a menos de tres meses de que acabe el año, la cifra asciende sólo a la mitad. Según las previsiones, al finalizar el año se habrán fabricado 6.200 millones de vacunas, más de 1.300 millones de dosis menos de las proyectadas.
Dada la urgencia, la alianza People’s, Vaccine, que cuenta con 77 miembros, entre ellos Oxfam Intermón, ActionAid, African Alliance, Global Justice Now, Salud por Derecho y ONUSIDA, piden en vísperas de la reunión para la cumbre del G20 en Roma, que los países y las farmacéuticas cumplan sus promesas.
Además, reiteran la necesidad de que se suspendan los derechos de propiedad intelectual aplicables sobre vacunas y tratamientos para combatir la Covid-19 y se “exija a las farmacéuticas que compartan sus datos, conocimientos y tecnología” contra esta pandemia.
También reclaman que se invierta en centros de fabricación descentralizados en los países de menos profundos para conseguir una equidad de vacunas y que se redistribuyan “inmediatamente” las vacunas existentes entre todos los países para cumplir el objetivo de la OMS: que el 40% de la población de todos los países esté inoculado a finales de 2021 y un 70% a mediados de 2022.
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