Pandemia
Las aguas residuales alertaban de Ómicron a principios de diciembre
Se detectó entre el 28 de noviembre y el día 4 de diciembre. Una semana después estaba en cuatro depuradoras y luego en 10
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, desvinculó el pasado 20 de diciembre el incremento de la incidencia de la Covid-19 en nuestro país a la aparición de la variante Ómicron. Su explicación entonces fue que «lo que está pasando ahora en España, aunque en una parte se pueda deber a la Ómicron, no se debe fundamentalmente a esta, el problema y el incremento que tenemos de la incidencia se inició antes de que la variante Ómicron ocupara ningún espacio en España».
Sin embargo, las aguas residuales ya alertaban del tsunami Ómicron en diciembre. «La primera detección fue en la semana 72: entre el 28 de noviembre y el 4 de diciembre. Entonces se observó un 4% de la nueva variante en la estación depuradora de aguas residuales rejas (EDAR) de Rejas, en la Comunidad de Madrid, según recoge el informe VATar Covid», explica Gloria Sánchez, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC).
«En el informe –prosigue la bióloga– lo engloban dentro de Alfa, pero no es esta variante del virus que estuvo hasta verano de 2021, sino Ómicron. Para entonces llevábamos ya meses sin detectar muestras con Alfa. Lo que sucede es que la nueva variante tiene el mismo sistema de mutación que la británica y por eso pudimos detectarla con los PCR específicos que teníamos para la Alfa».
Ese fue el primer aviso. A la semana siguiente, del 5 al 11 de diciembre, se detecta en Don Benito (Badajoz), en Albacete, en Rejas y en Viveros de la Villa (las dos últimas en Madrid).
El termómetro del covid coge carrerilla en la semana del 12 al 18 de diciembre, periodo en el que los niveles promedio del virus (en general) en las depuradoras analizadas alcanzan su cifra más alta desde que comenzara el proyecto VATar-COVID-19 y en la que se diseña un ensayo PCR específico para Ómicron, el número de estaciones con presencia de esta variable aumenta: ya son 10 las EDAR en las que se detecta la nueva variable. Es decir, en el 26,32%. En todo caso, sigue siendo minoritaria, pero estos datos demuestran su avance, lo que, unido con lo que ya estaba sucediendo en países de nuestro entorno, podría haber despertado todas las alarmas.
Y en la semana del 19 al 25 de diciembre «empieza ya a superar la presencia de Delta según la EDAR», precisa la experta. En concreto, se detecta en 26 de las 38 estaciones depuradoras analizadas en el informe VATar-COVID-19, y, además, la variable Ómicron superaba a la Delta en 17 EDAR. Sin embargo, en 18 estaciones depuradoras seguía primando la anterior variante. En las tres restantes no se detectó ningún porcentaje de las variantes a estudio. De hecho, en las cuatro EDAR de Madrid la variante que primaba era ya la Ómicron, con los mayores porcentajes detectados en la EDAR de Viveros Villa, con un 91%, y en la de Rejas con un 87%.
Máximos históricos
En la actualidad, ya no hay duda, las aguas residuales no sólo son un termómetro de la intensidad de la pandemia del coronavirus sino de las variantes. «En la mayoría de las plantas prima Ómicron. Prácticamente ya no se detecta la Delta, que era mayoritaria en el mes de noviembre», explica Sánchez.
De hecho, todas las estaciones depuradoras de las que recibe muestras de aguas residuales la experta de IATA-CSIC y su equipo «tienen como mínimo un 95% de presencia de la variante Ómicron y en las EDAR andaluzas, la de Albacete, Navarra, Badajoz y Cáceres ese porcentaje es del 100%», destaca Sánchez.
Además, la presencia de coronavirus en las aguas residuales se encuentra de nuevo en máximos históricos. «Y con mucha diferencia. Se trata de unos niveles nunca vistos hasta ahora. Hemos superado los niveles registrados en las olas precedentes batiendo todos los récords, incluyendo la primera en cuanto a la carga virus del SARS-CoV-2 en aguas residuales». Lo que coincide con que ahora se están produciendo más contagios (oficiales y «fantasma»).
Pero no sólo sucede en España. «En otros países europeos los niveles de carga viral detectados en sus aguas residuales son también más altos que en olas previas», afirma la experta.
«Es decir, las aguas residuales -prosigue- están constatando que más gente está contagiada y que la nueva variante es más transmisible. Ahora bien, falta por ver si también la carga viral en heces puede ser más alta. Eso no lo sabemos aún».
Respecto a cuánto tiempo estará entre nosotros esta variante resulta difícil saber, y Gloria prefiere no arriesgarse, si bien otras variantes han estado presentes en las aguas residuales durante «unos seis meses», puede que esta permanezca menos tiempo, ya que a los contagios que se han producido hay que sumar la ausencia de restricciones y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de la mitad de la población europea se contagiará de Ómicron en las próximas seis u ocho semanas.
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