Entrevista
«Ante el cáncer, la risa es una de las mejores medicinas»
Elena Huelva es paciente con sarcoma de Ewin y autora del libro «Mis ganas ganan»
Con 16 años, justo en ese momento en el que cualquiera tiene la sensación de creerse invencible, a Elena Huelva le tocó vivir la aventura más inesperada de su vida. El cáncer se cruzó en su camino y, tres años después, todavía no se ha ido, lo que le ha llevado a escribir «Mis ganas ganan», una oda al optimismo y a la esperanza de quienes conviven con esta enfermedad desde los ojos de una adolescente.
En enero de 2019 le diagnosticaron un sarcoma de Ewin. ¿Había escuchado hablar alguna vez de este tumor?
Nunca. No tenía ni idea de lo que era ni qué implicaba. Fue como un jarro de agua fría, porque siempre piensas que el cáncer es algo que le ocurre a otros, y más aún cuando solo tienes 16 años, por eso creo que escribir este libro ayudará a muchas personas que se enfrenten a este reto. Son las páginas que me habría gustado poder leer hace tres años, eso que no te suelen contar.
¿Cuáles son los primeros miedos que le atrapan ante una noticia así?
Te preguntas por qué te ha tocado esto a ti y literalmente se pone todo tu mundo al revés, y con él también el de tu familia. Piensas que esto no te puede pasar a ti y el miedo te invade. Resulta inevitable, al menos al principio, pero me duró poco y enseguida entendí que la única alternativa que tenía era la de pelear.
¿Los adolescentes son los grandes olvidados en el tratamiento del cáncer?
En cierta manera sí. En los hospitales hay plantas de adultos y otras pediátricas, y los adolescentes parece que no acabas de encajar en ninguna de ellas. Es duro ver a tus amigos en Instagram, pasándoselo bien mientras tú estás entre esas cuatro paredes.
¿Y cómo logra enfrentarse a eso?
El apoyo de mi hermana y de mis padres, de quienes te rodean, es fundamental. Gracias a ellos fue más fácil. Según mi experiencia, el truco está en ser más fuertes que todos nuestros miedos y, aun sabiendo que habrá días malos, agarrarte a los buenos, que también serán muchos. La vida es una colección de pequeños momentos. Yo digo que es como surfear: tienes que esperar a la siguiente ola grande y aprender a bailar sobre ella.
En sus redes sociales transmite mucho optimismo, a pesar de que en estos años ha sufrido una recaída y varios tratamientos que no han funcionado...
Sí, porque estoy convencida de que la risa es una de las mejores medicinas frente al cáncer. Ahogarse en la oscuridad no nos lleva a nada y mi consejo es el de intentar buscar la felicidad en esos lugares en los que se supone que deberías estar triste. Hay que seguir dando pasos hacia adelante, también cuando las fuerzas flaquean, pensando que estás un poco más cerca de la meta y si con lo que yo cuento ayudo a alguien, habrá merecido la pena.
Pero habrá momentos de flaqueza...
Por supuesto. La gente te dice que eres muy valiente, pero se puede ser fuerte y llorar a la vez. La clave es levantarse todas las veces que te caigas.
¿Qué mensaje daría a quienes ahora se enfrentan a esta noticia?
Que nunca hay que perder las ganas de vivir. Un hoy vale más que mil mañanas.
¿Y a los políticos?
Que hay que invertir más en investigación, porque salva vidas. La Covid-19 ha demostrado que si se quiere, se puede.
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