Día Internacional de la Mujer

¿Por qué la enfermedad cardiovascular afecta más a las mujeres que a los hombres?

Tabaquismo y diabetes confieren un 45% y un 25% más de riesgo cardiaco en ellas que en varones, respectivamente

Infartos en hombre y mujeres
Infartos en hombre y mujeresTania Nieto

Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la primera causa de muerte entre las mujer en Europa y Estados Unidos. En España, en 2020 -último año del que hay datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística-, fallecieron casi 8.000 mujeres más que hombres por este motivo.

Además, “cada vez hay más evidencia de que las diferencias biológicas pueden afectar la expresión clínica de los factores de riesgo cardiovascular, lo que puede suponer una mayor probabilidad de enfermedad cardiovascular para las mujeres en comparación con los hombres”, tal y como señalan desde el Grupo de Trabajo de Mujeres en Cardiología de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Es por ello que la detección temprana y el manejo de los factores de riesgo cardiovascular siguen siendo fundamentales para mejorar la salud cardiovascular de las mujeres y reducir la mortalidad precoz. Sin embargo, tal y como recuerdan desde la SEC, estos son más prevalentes en ellas que en los hombres que ingresan en los hospitales. Se sabe, por ejemplo, que el 50% de las mujeres ingresadas por infarto agudo de miocardio tiene más de tres factores de riesgo.

En concreto, la hipertensión, la diabetes tipo 2 y el tabaquismo son factores de riesgo más potentes de isquemia miocárdica en las mujeres que en los varones.“Así, por ejemplo, tabaquismo y diabetes confieren a la mujer un 45% y un 25% más de riesgo cardiovascular que al hombre respectivamente”, detalla la doctora Antonia Sambola, una de las coordinadoras de este Grupo de Trabajo.

Factores de riesgo exclusivos

Pero además de la fuerte evidencia de que los factores de riesgo clásicos (es decir, la hipertensión, la dislipemia, la diabetes, la obesidad, el sedentarismo, la dieta poco saludable y el tabaquismo, contribuyen al desarrollo de la enfermedad cardiovascular), hay otros importantes, pero poco conocidos, que contribuyen a la aparición de enfermedad cardiovascular en la mujer. “Factores psicosociales como la depresión, el aislamiento o el estrés inciden con mayor dureza en la mujer confiriéndoles el doble de riesgo de desarrollar enfermedad coronaria que a los hombres”, dice Milagros Pedreira, también coordinadora del Grupo de Trabajo de Mujeres en Cardiología.

Por otro lado, no hay que olvidar la existencia de factores de riesgo exclusivos del género femenino que pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como son los antecedentes obstétricos y ginecológicos, entre ellos la preeclampsia, la eclampsia, la diabetes gestacional, el parto prematuro, la menopausia prematura y el síndrome de ovario poliquístico. Los trastornos autoinmunes sistémicos, que afectan más frecuentemente a la mujer, también incrementan el riesgo cardiovascular.

A pesar de todas estas evidencias, la SEC constata que “no hay información sobre la prevalencia de las patologías cardiológicas más importantes en la mujer” y que “existe una inequidad manifiesta en la aplicación de las guías de práctica clínica en comparación con el hombre”. Tampoco se dispone de datos suficientes sobre los resultados de diferentes procedimientos terapéuticos en la mujer con enfermedad cardiovascular.

Las doctoras Sambola y Pedreira coinciden en que reducir la carga de enfermedades cardiovasculares en las mujeres es un objetivo “ambicioso, pero imperativo y valioso”, especialmente porque, a pesar de los patrones heterogéneos de enfermedades y factores de riesgo entre países y contextos, con intervención, gran parte del riesgo puede modificarse y mitigarse.