«En el cáncer de vejiga hay mucho espacio para la esperanza»

¿Cuántas personas sufren cáncer de vejiga en nuestro país?

Es el quinto tumor en incidencia. Se diagnostican unos 20.500 casos al año y es responsable de unas 5.000 muertes anuales, a pesar de que quizás no tiene tanta visibilidad como otros.

¿Cuáles son sus principales factores de riesgo?

La exposición al tabaco es el principal, pues contiene más de 50 carcinógenos que contactan con la mucosa de la vejiga del fumador mediante su eliminación por la orina y pueden aumentar el riesgo de un cáncer urotelial, tanto por la cantidad que se fume como por la duración de la exposición. La prevención es posible; se podrían evitar muchos de estos tumores al abandonar el tabaco.

¿Qué síntomas aparecen?

El sangrado por la orina no es específico del cáncer, pero si se repite o persiste en el tiempo debería hacernos consultar al médico. También se puede acompañar de molestias recurrentes, dificultad para orinar o escozor.

¿Qué tratamientos hay?

El 70% de los tumores son no infiltrantes o no invasivos, que tienen la oportunidad de una resección completa. El problema es que suelen aparecer recaídas y exigen seguimiento muy estrecho. El 30% restante son invasivos o infiltrantes que, aunque localizados, pueden provocar problemas clínicos e incluso generar metástasis. Es en estos últimos donde debemos incidir los especialistas de una manera coordinada para establecer la mejor estrategia terapéutica desde el primer momento, con un abordaje multidisciplinar con urólogo, oncólogo médico y el oncólogo radioterápico si es necesario.

¿Y para los infiltrantes?

El estándar es la extirpación de la vejiga completa. Numerosos estudios han demostrado el beneficio de la quimioterapia perioperatoria antes de la cirugía, consiguiendo mejorar la supervivencia. Es clave la coordinación de todos los especialistas.

¿Qué avances se han logrado?

La inmunoterapia ha cambiado el panorama en pacientes que desarrollan metástasis, ya que en los casos en los que conseguimos respuesta, podemos hablar incluso de largos supervivientes. En la enfermedad avanzada, después de un tratamiento con quimioterapia clásica, administrar inmunoterapia ya está aprobado en cáncer de vejiga con resultados muy buenos; disponemos de estudios que demuestran que a los cinco años el 40% de los pacientes con metástasis tratados con inmunoterapia permanecen vivos, algo impensable antes.

¿Hay razón para la esperanza?

En la última década ha habido muchísimos avances y se han identificado diferentes dianas moleculares sobre las que actuar que han supuesto el desarrollo de nuevos tratamientos con eficacia demostrada, por lo que hay mucho espacio para la esperanza.