Descubrimiento
Identifican un mecanismo que hace que el músculo cardíaco se engrose
La miocardiopatía hipertrófica afecta a una de cada 500 personas
Un equipo de científicos del Instituto de Investigación Cardíaca Víctor Chang ha descubierto un nuevo mecanismo que causa la miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad que hace que el músculo del corazón se engrose.
Una enfermedad que afecta a una de cada 500 personas aproximadamente y que es causada por diferentes afecciones comunes, como tener una presión arterial anormalmente alta o sufrir un estrechamiento de una de las válvulas cardíacas, por ejemplo.
La miocardiopatía hipertrófica hace que la pared del ventrículo izquierdo se engrose. Con el tiempo, este engrosamiento aumenta el riesgo de sufrir ritmos cardíacos irregulares e insuficiencia cardíaca. Y una vez que se desarrolla la insuficiencia cardíaca, la supervivencia a cinco años es inferior al 50%.
Pero esta investigación ha permitido identificar las moléculas exactas en las células del músculo cardíaco responsables y descubrir cómo se comunicaban entre sí en un modelo de ratón.
Descubrieron que una molécula llamada Piezo1 desencadena un proceso de señalización, con otra molécula asociada, en las células del músculo cardíaco.
El descubrimiento, publicado en “Nature Cardiovascular Research”, allana el camino para el desarrollo de un nuevo tratamiento para este trastorno cardíaco, ya que impedirá que estas moléculas “hablen” entre sí.
Esto podría evitar que el músculo cardíaco se engrose en primer lugar o detener cualquier engrosamiento adicional en aquellos que ya están afectados.
Actualmente, existen pocas opciones terapéuticas para la hipertrofia severa. Los enfoques tradicionales incluyen tratar de bajar la presión arterial de los pacientes o reemplazar una válvula aórtica estenótica, ninguno de los cuales puede revertir el daño causado por la hipertrofia.
“Esperamos que a largo plazo, tan pronto como veamos evidencia de engrosamiento del músculo cardíaco, se le administre un tratamiento, tal vez un péptido pequeño, que detenga el progreso del proceso en su corazón. Esto incluso podría administrarse potencialmente a personas con hipertensión severa para evitar que desarrollen hipertrofia cardíaca en primer lugar”, afirma la coautora del estudio, la Dra. Jane Yu.
El mismo equipo también está explorando cómo este descubrimientotambién podría ayudar con la recuperación de las víctimas de un ataque al corazón.
“Cuando alguien tiene un ataque al corazón, muchas de sus células musculares mueren y el corazón pierde su capacidad de bombear con la misma eficacia, por lo que lo compensará engrosando su pared muscular”, afirma el profesor Boris Martinac, autor principal del estudio revisado por pares.
“Una terapia que detuviera este proceso -prosigue- podría ser transformadora para las personas que sufren un ataque al corazón y prevenir muertes a largo plazo después del ataque al corazón”.
“Aunque estamos en los primeros días de nuestra investigación, existen tratamientos similares que se muestran prometedores en las víctimas de accidentes cerebrovasculares, por lo que estamos increíblemente entusiasmados con el potencial de nuestro descubrimiento”, añade.
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