Opinión

Darias no puede dejar Sanidad para irse a Canarias

Su hipotética salida daría paso al ministro número 15 del ramo en este siglo y al quinto en esta convulsa legislatura

Carolina Darias, ministra de Sanidad
Carolina Darias, ministra de SanidadCarlos LujánEuropa Press

Los rumores de una posible marcha de Carolina Darias a Canarias con motivo de las elecciones autonómicas y municipales del próximo año no constituyen una buena noticia para la Sanidad. En el caso hipotético de que se consumase la marcha de la canaria del Gobierno, el nuevo ocupante del cargo se convertiría en el ministro número 15 desde que se estrenara el siglo con Celia Villalobos al frente, y el quinto en una legislatura convulsa que ya ha visto pasar también a Carmen Montón, María Luisa Carcedo y Salvador Illa. Al Ministerio de Sanidad habría que irle llamando ya el Ministerio de las aves de paso, por la ininterrumpida e incomprensible sucesión de máximos altos cargos que se ha producido en su seno.

En comparación con su antecesor, Darias puede ser considerada como una ministra excelsa. Es cierto que contribuye a ello el penoso bagaje del catalán en su travesía del desierto del primer año de pandemia, pero la canaria sobresale por sí misma porque ha sabido enfrentarse con templanza a momentos muy duros –desde la tercera a la séptima ola– y ejecutar a la perfección con la ayuda de la directora de la Agencia Española de Medicamentos, María Jesús Lamas, el proceso de vacunación.

Sería una pena además que se marchara porque la actual ministra empieza a cogerle el pulso a un sector cuya letra pequeña desconocía. Con el paso de los meses ha ido aprendiendo los detalles y se ha librado del lastre que en forma de altos cargos le legó Salvador Illa. Hoy, la Dirección General de Ordenación Profesional funciona mucho mejor que en el pasado inmediato, y lo mismo va a ocurrir con la Dirección General de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, puesto clave. Un relevo sería ahora muy dañino, aunque Silvia Calzón también esté preparada para ocupar el cargo si fuera finalmente la elegida.