
Salud
Estudio alerta: la mayoría de mujeres cumple una condición para que su bebé tenga defectos congénitos
Dos tercios de las mujeres en edad reproductiva presentan factores de riesgo modificables para defectos graves en el nacimiento de sus hijos. Aprende cuáles son y cómo prevenirlos antes del embarazo

Un reciente estudio basado en datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) revela que dos tercios de las mujeres en edad reproductiva presentan al menos un factor de riesgo modificable para defectos congénitos graves.
El análisis se publica hoy en la American Journal of Preventive Medicine. El trabajo subraya que identificar y abordar estos riesgos —sobre todo antes del embarazo— puede prevenir afecciones como defectos cardíacos, fisuras orofaciales y defectos del tubo neural, afectando a miles de recién nacidos cada año.
Prevalencia de los defectos congénitos más comunes
Estas afecciones se encuentran entre los defectos congénitos más frecuentes:
- Defectos cardíacos congénitos: ~100 por cada 10 000 nacidos vivos
- Fisuras orofaciales: ~16 por cada 10 000 nacidos vivos
- Defectos del tubo neural (DTN): ~7 por cada 10 000 nacidos vivos
Factores de riesgo identificados por los investigadores
Arick Wang, investigador principal del estudio en la División de Defectos Congénitos y Trastornos Infantiles del Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades del Desarrollo (CDC) explica:
"La patogénesis de estos defectos congénitos comunes es multifactorial e incluye factores de riesgo tanto modificables como no modificables. Los factores de riesgo modificables comunes se han identificado a través de estudios epidemiológicos. Y todos son malos porque influyen en una serie de vías esenciales para el crecimiento y la replicación celular".
El equipo evaluó datos de casi 5 400 mujeres no embarazadas ni lactantes entre 12 y 49 años, recolectados entre 2007 y 2020. Según Wang: "El hallazgo más significativo es que dos tercios de las mujeres en edad reproductiva tenían al menos un factor de riesgo modificable. La buena noticia es que se pueden reducir", afirma el doctor.
Principales factores de riesgo modificables
Bajos niveles de folato
- En el estudio, una de cada cinco mujeres presentaba concentraciones bajas de folato en los glóbulos rojos.
- Aproximadamente cuatro de cada cinco consumían menos de los 400 µg/día recomendados por las autoridades sanitarias para prevenir DTN.
- El 72 % no tomaba suplementos con ácido fólico.
Desde la implementación del enriquecimiento de cereales con ácido fólico en EE UU, más de 1.300 bebés cada año nacen sin defectos del tubo neural que podrían haberse prevenido.
El doctor Wang señala: "Me complació ver en el estudio una disminución significativa de las mujeres con niveles bajos de folato en sangre durante el período de estudio, de 2007 a 2020, que pasó del 23,4 % al 17,9 %".
Diabetes
- 4,8 % de las mujeres tenía diabetes.
- El 3,5 % presentaba diabetes no controlada o sin diagnóstico, lo que indica un control glucémico deficiente.
Obesidad
- Casi una de cada tres mujeres en edad reproductiva presenta obesidad, en línea con estudios previos.
Consumo y exposición al tabaco
- Casi una de cada cinco mujeres tenía niveles elevados de cotinina sérica, señalando exposición directa o pasiva al tabaco.
Inseguridad alimentaria
- Alrededor del 7,3 % de las mujeres investigadas informaron de una seguridad alimentaria muy baja en el hogar, con una prevalencia decreciente a medida que aumentaban los ingresos familiares.
- Algunas mujeres presentaban deficiencia de vitamina B12.
Limitaciones del estudio
El análisis se centró únicamente en factores de riesgo bien establecidos y potencialmente modificables para ciertos defectos congénitos, sin considerar todos los posibles riesgos existentes. Sin embargo, es útil para saber que estos factores son aún más comunes de lo que se creía.
"Todas las familias en crecimiento desean un embarazo saludable y un bebé sano. Comprender los factores de riesgo modificables de los defectos congénitos ayuda a las familias, a los profesionales sanitarios y a los profesionales de la salud pública a tomar decisiones basadas en datos que pueden conducir a embarazos y bebés más saludables", concluye el Dr. Wang.
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