Cáncer
Dan con un nuevo tratamiento eficaz para el tumor de vejiga
El novedoso abordaje terapéutico que ya se usa para otros tumores activa el sistema inmunitario para atacar las células cancerígenas, según demuestra un estudio publicado hoy en «Science Advances»
El cáncer de vejiga es el quinto tumor en incidencia en nuestro país, ya que se diagnostican unos 20.500 casos al año y es responsable de unas 5.000 muertes anuales. A pesar de ello, también se trata de uno de los más desconocidos.
Ahora, una nueva esperanza llega para los pacientes que conviven con esta enfermedad, ya que un fármaco epigenético que se usa actualmente para el tratamiento de cánceres de la sangre y sarcomas raros puede detener el crecimiento del cáncer de vejiga al activar el sistema inmunitario, tal y como demuestra un nuevo estudio publicado hoy en la revista científica «Science Advances» realizado en ratones e impulsado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Northwestern, en Illinois, Estados Unidos.
Se trata de la primera vez que un fármaco utilizado en neoplasias malignas hematológicas y sarcomas raros, que originariamente se desarrolló para tratar el linfoma, se usa para tratar uno de los tumores sólidos más comunes. «Hemos descubierto por primera vez que el medicamento tazemetostat en realidad funciona al activar el sistema inmunitario, no solo al inhibir el tumor», asegura el autor principal del estudio, el Dr. Joshua Meeks, profesor asociado de Urología, bioquímica y genética molecular en la Facultad de Medicina de Northwestern.
«Creemos que las mutaciones específicas que pueden hacer que el fármaco tenga éxito se encuentran en casi el 70% de los tumores de vejiga», asegura Meeks, también miembro del Centro Oncológico Integral Robert H. Lurie de la Universidad Northwestern. «La supervivencia para el cáncer de vejiga avanzado es extremadamente pobre y el medicamento funciona mediante mecanismos diferentes a cualquier otra terapia», detalla Meeks, quien hace hincapié en que «esta es la primera aplicación de la terapia epigenética en el cáncer de vejiga. En concreto, el medicamento se presenta como una pastilla que se tolera bien y podría agregarse a otras terapias sistémicas en el cáncer de vejiga».
Actualmente se está probando la eficacia de este descubrimiento en un ensayo clínico nacional dirigido por investigadores de este centro para pacientes con cáncer de vejiga en etapa avanzada. La clave está en que los científicos han demostrado que el medicamento, que se dirige al gen EZH2, abundante en la mayoría de los tumores, puede detener el crecimiento de este tumor. «EZH2 comúnmente se sobreexpresa en la mayoría de los tumores sólidos y funciona al bloquear los tumores en un estado de crecimiento», asegura el trabajo de investigación. «Creemos que es uno de los principales genes implicados en el cáncer. Estábamos interesados en ese gen porque las mutaciones más comunes en el tumor de vejiga pueden hacer que EZH2 sea más activo. Cuando las células tienen niveles más altos de esta actividad genética, proliferan», advierte Meeks.
Así, cuando los científicos eliminaron EZH2 en los cánceres de vejiga en ratones, los tumores eran mucho más pequeños y estaban repletos de células inmunitarias. «Esa fue nuestra pista de que EZH2 puede suprimir el sistema inmunitario», reconoce Meeks, quien afirma que después «dimos un fármaco disponible comercialmente (tazemetostat) para inhibir la actividad de este gen. Eso hizo que muchas células inmunitarias llenaran la vejiga. Finalmente, cuando usamos ratones sin células T, encontramos que el fármaco era ineficaz, lo que confirma que el sistema inmunitario probablemente era la vía principal por la que funciona el fármaco. «Encontramos que el tratamiento es una potente inmunoterapia en la investigación traslacional. El fármaco cambia el tumor para preparar el sistema inmunitario, activando las células auxiliares CD4 que coordinan la respuesta inmunitaria y reclutan más células T», concluye el trabajo científico.
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