Día Mundial

Así son las nuevas alternativas naturales para enfrentarse a la menopausia

La pérdida de los estrógenos puede aliviarse con nutracéuticos que han demostrado su eficacia sin efectos

Menopausia
MenopausiaMiguel Roselló

El aumento de la esperanza de vida lleva a las mujeres españolas a superar, de media, los 83 años. Sin embargo, aunque cuentan con más tiempo que los varones, lo cierto es que las estadísticas confirman que su calidad de vida durante sus últimas décadas resulta inferior a la de ellos. ¿La razón? Pues todo apunta a que detrás de esa pérdida de bienestar físico, mental y social está, en muchas ocasiones, la menopausia, una etapa natural del proceso biológico de la mujer que, sin embargo, trae consigo una larga lista de síntomas y secuelas que merman la calidad de vida de ellas.

«El concepto global de salud va más allá de la ausencia de afecciones o enfermedades. Y esto, en el caso de las mujeres, debido a la revolución hormonal que sufren, resulta más complejo de alcanzar durante la menopausia y el climaterio, que es la fase posterior a la pérdida de la menstruación y que se convierte en la etapa más duradera en la que viven muchas féminas como consecuencia de esa larga esperanza de vida. A pesar de las creencias populares, este ciclo no tiene porqué equivaler a sufrimiento o molestias, pues ya tenemos alternativas muy eficaces para evitarlo», asegura el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios y ex presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia.

Escasa información

A pesar de que se trata de una etapa cada vez más presente en la sociedad, la menopausia y el climaterio siguen siendo un tabú, rodeadas de mitos que emborronan y complican su comprensión por culpa de los prejuicios. «Hace 12 años, cuando me enfrenté a los primeros síntomas de la menopausia, me sentí perdida, sin información veraz, con muchos mitos, pero sin saber dónde acudir, un problema que se mantiene a día de hoy, pues no existen unidades especializadas en menopausia en la seguridad social y sigue faltando una comunicación fluida entre médicos y pacientes sobre este tema», confiesa Montse Roura, fundadora de Ella y el abanico, el portal de referencia en nuestro país sobre menopausia.

Resulta importante entender que dentro de este proceso existen diferentes fases en las que las mujeres pueden experimentar síntomas muy variados. En la perimenopausia, que es cuando los niveles de hormonas del cuerpo comienzan a fluctuar y reducirse, las menstruaciones se vuelven irregulares y, finalmente, se interrumpen totalmente, llegando así a la menopausia.

Este proceso, que puede durar varios años, está marcado por síntomas como los trastornos del sueño, los sofocos, los sudores nocturnos o los cambios de estado de ánimo. Posteriormente, la posmenopausia se refiere al resto de la vida de una mujer tras transcurrir un año o más desde su última menstruación, apareciendo aquí la sequedad vaginal, incontinencia urinaria, mayor riesgo de depresión y otras patologías como osteoporosis derivada de la descalcificación de los huesos.

La suma de todos estos aspectos hace que la llegada de la menopausia se traduzca en ansiedad y en angustia, ya que las mujeres experimentan síntomas que pueden resultar difíciles de gestionar. «Cada mujer es única, por eso el arte del médico debe estar en saber individualizar todas las alternativas que existen a día de hoy para reducir esos problemas y mejorar la calidad de vida», asegura el doctor Palacios, quien hace hincapié en que «por suerte, cada vez existen más alternativas naturales para reducir los síntomas propios de la menopausia».

Ante el reto de frenar las incómodas molestias que provoca la pérdida gradual de estrógenos en la mujer, el doctor Palacios propone tres escalones de prevención: «El primero de ellos está centrado en las medidas higiénico-dietéticas. Esto se traduce en mantenerse activas con la realización de 30 minutos de ejercicio al día, como caminar. Además, hay que llevar una alimentación saludable y variada, rica en calcio y vitamina D para fortalecer los huesos.

El segundo escalón, una vez que ya aparecen los primeros síntomas, está basado en el uso de tratamientos naturales como pueden ser los nutracéuticos, que han demostrado una gran eficacia sin ningún riesgo ni contraindicación. De hecho, lo más aconsejable sería probar al menos durante tres meses, pues la evidencia científica ha demostrado que funciona en el 60% de los casos, evitando así pasar al siguiente escalón, que ya sería optar por un tratamiento farmacológico a base de terapia hormonal sustitutoria. El equilibrio de estos tres escalones resulta fundamental en la medicina actual».

Seguridad garantizada

Tras años de investigación, el doctor Palacios hace hincapié en que «no tiene sentido caer en el miedo a las hormonas, pues las dosis actuales son cuatro veces más bajas que hace dos décadas, pero eso no se ha sabido transmitir a las mujeres». En paralelo, el avance de la ciencia ha dado pie, además, «a nuevos productos naturales no hormonales diseñados para compensar la disminución de los estrógenos de una forma totalmente segura, con evidencia científica que avala sus beneficios sin ningún riesgo para la mujer», asegura el ginecólogo.

Es el caso de Femarelle, un producto comercializado ya en España de la mano de Theramex y que se elabora a base de un compuesto no hormonal denominado DT56a, presente en la soja y en cuyo proceso de fabricación se aprovechan los 20 aminoácidos de esta planta. «Tenemos un foco claro en mejorar la salud de la mujer. Perseguimos empoderarlas para que puedan tomar decisiones conscientes e informadas de cómo gestionar cada una de las etapas de su vida, entre ellas, la menopausia. Histórica y socialmente la mujer ha creído que el sufrimiento va ligado a su propio género y tenemos que romper con esas barreras y estereotipos que marcan su día a día a través de la concienciación y la información, facilitándoles los tratamientos adecuados para mejorar su calidad de vida», explica Javier Carpintero, director general de Theramex para España, Italia y Portugal.

Tres opciones para tres etapas

Bajo el paraguas de la menopausia se esconde una etapa muy amplia de la mujer que puede subdividirse, a su vez, en tres fases, según va avanzando la pérdida progresiva de las hormonas femeninas. Consciente de esa diversidad existen diferentes alternativas en el mercado que se adaptan a cada uno de estos ciclos, aportando lo necesario en cada uno de ellos para que la mujer se encuentre con mayor vitalidad y sin síntomas.

Menopausia
MenopausiaMiguel Roselló

En primer lugar, «Femarelle Rejuvenate está indicado para la transición primaria de la disminución de estrógenos (premenopausia) y ha demostrado que restaura el equilibrio hormonal, mejorando la elasticidad de la piel, los niveles de energía, la calidad del sueño y los cambios de humor, gracias a que, además del extracto de soja incluye extracto de semillas de lino, vitamina B2 y vitamina B7», explica Ana Vidal, directora de Marketing de Theramex Iberia.

Pensado en satisfacer las necesidades propias de la transición a la menopausia clásica, «Femarelle Recharge está indicado para aliviar los síntomas habituales de esta etapa, como los sofocos, los sudores nocturnos o la pérdida de la libido. En este caso, además del DT56a y una mayor dosis de extracto de semillas de lino, también cuenta con vitamina B6. Su uso ha demostrado ampliamente que es capaz de aliviar los síntomas vasomotores, mejorando la calidad de vida de las mujeres», detalla Carpintero. Por último, indicado para las mujeres mayores de 60 años que ya se encuentran en su etapa posmenopausia, «llega Femarelle Unstoppable, con DT56a, calcio, vitamina B2, biotina y vitamina D3, que ha demostrado mejorar la salud vaginal y la flexibilidad articular y muscular, induciendo la formación del hueso y manteniendo una adecuada densidad mineral ósea».