
Cáncer
Andrea Naves: «El reto es potenciar el sistema inmune por las vías innata y redirigida»
Entrevista a Andrea Naves, directora médica de Takeda Oncología

¿En qué contexto se desarrolla la innovación en la industria farmacéutica en España?
España es uno de los países que mejores condiciones tiene para el desarrollo de ensayos clínicos en Europa. De hecho, el número de ensayos realizados continúa creciendo, lo que es muy significativo. Esto es gracias a que contamos con un sistema sanitario sólido, que los investigadores y médicos cuentan con un gran conocimiento y que existe una infraestructura que favorece la logística para poder realizar esta gran cantidad de ensayos. Además, hay una legislación específica para impulsar la investigación clínica; la industria demuestra un alto compromiso en I+D y las asociaciones de pacientes están cada vez más implicadas.
¿Qué importancia tienen las alianzas para la innovación?
Para que el país siga siendo uno de los líderes en este campo existe una necesidad permanente de seguir reforzando las estrategias de colaboración con los grupos nacionales de investigación clínica, que es posible gracias al apoyo del sistema sanitario a la industria farmacéutica. Estas colaboraciones aportan mucho valor, pues permiten invertir en nuevas plataformas para acelerar el desarrollo de moléculas y la posibilidad de investigar en profundidad enfermedades con menor incidencia, lo cual podría significar un cambio de paradigma. En estas alianzas cada uno de los miembros de la colaboración tiene un conjunto de capacidades y recursos específicos que cuando se integran hace que se puedan maximizar las oportunidades y acceder a recursos que, si se desarrollasen de manera individual, no podrían realizarse. También es importante destacar la nueva regulación europea para los estudios clínicos. Las compañías, así como los investigadores y los centros tienen que prepararse para cumplir con el nuevo proceso.
¿Qué papel tienen los pacientes en este ámbito?
Los pacientes, en este contexto representados a través de las asociaciones, están cada vez más presentes en el diseño de los ensayos clínicos. A través de ellos podemos conocer cuáles son sus necesidades. Por este motivo, es esencial contar con su visión desde fases tempranas de planificación en las que se trata sobre la eficacia, seguridad o calidad de vida, entre otros, para un correcto desarrollo y para que sean relevantes para la comunidad de afectados. Todo esto también genera una gran cantidad de información que es muy relevante para los pacientes y para todos los actores que están a su alrededor porque facilita, por ejemplo, el desarrollo de material informativo. Durante el proceso del tratamiento, los pacientes y su entorno buscan acceder a información sobre los diversos aspectos de su patología. Por ello, hay un interés por crear contenido relevante, accesible y de fácil comprensión que les sea útil.
¿Cómo enfoca Takeda sus acciones de R&D en Oncología?
La innovación para Takeda en el área de Oncología significa el desarrollo de nuevas moléculas en áreas donde existen necesidades médicas no cubiertas. Por eso cada vez buscamos más sinergias que nos permitan acceder a nuevas plataformas de desarrollo, como aquellas diseñadas para actuar en tumores sólidos o las terapias celulares más a medio plazo. Gran parte de la innovación en Oncología se produce con la inmuno-oncología; sin embargo, tenemos una vía de desarrollo diferencial frente a otras compañías. Nos distingue el hecho de que, además de desarrollar plataformas de inmunidad redirigida, como los «T cell engagers, por ejemplo, también nos enfocamos en el sistema inmunitario innato. Básicamente eso significa estimular el sistema inmune para que sea capaz de superar algunos mecanismos de protección demostrados por las células células tumorales, en más o menos intensidad según el tipo de cáncer. Así, nuestro desafío principal es desarrollar todo el potencial de terapias dentro del sistema inmune innato. Tenemos un firme compromiso en extender la participación española en fases precoces, principalmente fase I, y preclínicas. España tiene la capacidad de hacerlo y el conocimiento para llevarlo a cabo.
¿Puede destacar algunas alianzas que hayan desarrollado en España en el área de R&D?
España es un país sumamente relevante para nosotros en investigación clínica y muestra de ello es el gran número de ensayos clínicos desarrollados aquí. Me gustaría destacar dos iniciativas de las que estamos muy orgullosos, ya que evidencian la relevancia de trabajar en alianza con diferentes grupos. En primer lugar, en tumores sólidos, es el estudio Cubik, una iniciativa del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) en colaboración con Takeda. Se trata de un estudio fase II, pionero en España, que evalúa la utilidad clínica de la biopsia líquida como herramienta para el diagnóstico y la monitorización de pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) positivo para la quinasa del linfoma anaplásico (ALK+). Este estudio podría cambiar el paradigma en el seguimiento de los pacientes con este tipo de tumor al permitir reducir mucho la necesidad de muestras tumorales del tejido. En segundo lugar, en Hematología son muy relevantes diversos estudios observacionales que estamos desarrollando junto al Grupo Español de Linfomas y Trasplantes de Médula Ósea (Geltamo). El objetivo de estos estudios es conocer el perfil de pacientes con algunos tipos de linfoma raros, lo cual es de gran valor porque permite obtener información relevante de este tipo de enfermedades que pueda suponer un cambio de aproximación terapéutica.
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