Sanidad
Los 60 años del Puerta de Hierro: pionero en trasplantes y cáncer de pulmón
Pese al volumen, 200.000 urgencias anuales y 100 operaciones diarias, los sanitarios mantienen la cercanía al paciente
Hace seis décadas que se inauguró el Hospital Universitario Puerta de Hierro. Fue considerado el primer hospital público moderno del país. Un símbolo de excelencia clínica, de servicio al paciente en el que el humanismo era y es la base. Fundado en el madrileño barrio Puerta de Hierro, en 2008 se trasladó a su actual ubicación en Majadahonda donde mantiene su función asistencial, docente e investigadora. Y con este traslado llegaron los niños al hospital y también los servicios de geriatría.
Los avances continuaron y este hospital, en el que se atienden 195.000 urgencias y más de 2.600 partos anuales y se realizan 100 operaciones diarias, está a la cabeza de los mejores a nivel nacional e internacional. De hecho, tiene reconocidos cinco Centros, Servicios y Unidades de Referencia (CSUR) por los que trata a pacientes de toda España con enfermedades que precisan cuidados especializados: trasplante pulmonar pediátrico y de adulto, trasplante cardiopulmonar de adultos, cardiopatías familiares, esclerosis múltiple e irradiación total con electrones en micosis fungoide.
Una de las actividades más relevantes del hospital son los trasplantes, iniciada en 1968 con la realización del primer trasplante renal. A esta actividad siguieron, posteriormente, los trasplantes cardíacos (en 1984, se llevó a cabo en este hospital el primero con éxito de la Comunidad de Madrid), hepáticos, pulmonares y cardiopulmonares.
Desde su creación, se han llevado a cabo más de 4.100 trasplantes de órgano sólido (corazón, riñón, pulmón e hígado) y más de 1.300 trasplantes de progenitores hematopoyéticos, siendo uno de los centros pioneros en nuestro país en la puesta en marcha de muchos de estos procedimientos. De hecho, fue el primero en el mundo en realizar la preservación ex vivo pulmonar.
Bien lo sabe Marisa Sánchez, que se incorporó como enfermera del citado hospital en 1968, cuatro años después de su fundación. «Recuerdo que creamos la primera base de datos de donantes recogiendo los nombres que previamente habíamos apuntado en servilletas de papel, en hojas de periódico, en el papel de las recetas o en la caja de medicamentos. No había nada informatizado y cuando recibíamos la llamada si estábamos en un restaurante pues lo apuntábamos donde fuera».
"Creamos la primera base de datos de donantes recogiendo los nombres que previamente habíamos apuntado en servilletas de papel, en hojas de periódico, en el papel de las recetas o en la caja de medicamentos"
«Era enfermera de quirófano y me especialicé en trasplante hepático en Pittsburgh (EE UU), gracias a una persona anónima que pagó mi viaje durante mis vacaciones. Nunca supe quién fue. Alguien que creía en los trasplantes cuando por aquel entonces la gente, también los sanitarios, pensaban que era una quimera».
La investigación es y fue otro de los grandes objetivos de la entonces Clínica Puerta de Hierro, creándose servicios para tal fin, que colaboraban con proyectos comunes con el resto de los servicios médicos y quirúrgicos. Se incorporaron al hospital químicos, físicos, ingenieros y matemáticos que, junto a los técnicos que se estaban formando, pusieron en marcha los servicios de cirugía experimental, bioquímica, inmunología y endocrinología experimental. Una colaboración que también comenzó en la clínica. «Me retrotraigo a los años 70 y 80. Nuestro compromiso era incluir tecnología avanzada que no había entonces en España», recuerda el doctor Valentín Cuervas-Mons en referencia a los trasplantes.
«Había muchas dificultades, pero había el compromiso de vencer todas las dificultades. Esa ilusión de querer de hacer algo grande hizo que se lograra. Empezaron a colaborar médicos de diferentes especialidades, algo que ahora parece normal pero que antes no sucedía», destaca el doctor, que fue jefe de servicio de medicina interna y responsable del programa de trasplante hepático.
El objetivo de perseguir algo grande persiste hoy. Así, en cáncer de pulmón, un proyecto del doctor Mariano Provencio, jefe del Servicio de Oncología Médica del hospital y presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), ha logrado duplicar la esperanza de vida de los pacientes en estadio intermedios al administrarles quimio-inmunoterapia antes de la cirugía en vez del tratamiento tradicional: quimioterapia tras cirugía.
Y es que «la exitosa trayectoria del Puerta de Hierro tiene mucho que ver con el talento y dedicación de su equipo humano», incide el doctor Julio García, director gerente.
"La exitosa trayectoria del Puerta de Hierro tiene mucho que ver con el talento y dedicación de su equipo humano"
«Desde su fundación este hospital ha sido testigo de momentos cruciales en la sanidad española. Hemos sido un pilar fundamental de las familias en los momentos más críticos. Nuestra labor no se limita a lo técnico. Prueba de ello es que estamos en el top 10 de hospitales públicos españoles con mejor reputación sanitaria», destaca el gerente, que señala que «siempre hemos estado en la vanguardia e innovación». Por eso, y con una mirada al futuro, «nos esperan nuevos retos, como el uso de la inteligencia artificial en la sanidad o el de la longevidad de la población», añade. Unos retos que se lograrán gracias al esfuerzo diario del personal que forma este hospital.
«Quiero dar la enhorabuena en este aniversario a todos los ilustres que estáis aquí, pero también a todos los anónimos que habéis hecho posible esto. Lo humano se demuestra porque hace 16 años os cambiasteis aquí, pero el espíritu sigue siendo el mismo», afirma Fátima Matute, la consejera madrileña de Sanidad, quien recordó que el Gobierno autonómico recuperará su antigua instalación para abrir la primera residencia del mundo destinada a enfermos de ELA.
La historia del Puerta de Hierro continúa.
La voz de los pacientes
Joaquín Carbajo (72 años), paciente con cáncer de pulmón
"Venir a este hospital ha sido una de las mejores decisiones de mi vida"
Le diagnosticaron cáncer de pulmón en estadio 3 en 2018. «Fui al médico porque me había constipado y me mandó una radiografía de tórax». «Iba por privada, pero un amigo me recomendó que me acercara al Puerta de Hierro. Y así hice. Creo que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida». Y tanto. Entró en el ensayo del doctor Provencio que ha permitido duplicar la esperanza de vida de los pacientes con este tumor en fases intermedias al dar quimio-inmunoterapia antes de la cirugía. «En principio, estoy bien. Recientemente me he hecho un Tac y mañana me dan los resultados», afirma.
Javier Hurtado García, paciente hepático trasplantado hace 19 años
"Tuve miedo, pero el equipo sanitario me transmitió mucha seguridad"
En un mes, Javier llevará 20 años trasplantado. «Lo viví con miedo pero también tranquilo porque estuve tanto tiempo en manos del doctor y el equipo que me sentía como en casa. Me transmitieron una seguridad que hizo que lo viviera muy tranquilo. Tuve la suerte de caer en las mejores manos y fue todo más fácil de lo que yo me pensaba». «Ahora estoy fenomenal, en la gloria y sigo manteniendo con ellos una unión muy especial», destaca Javier, que se ha sometido a «cuatro o cinco operaciones, entre ellas, me tuvieron que quitar el bazo porque impedía que me subieran las plaquetas» .
Pilar Gutiérrez Plaza, tiene una miocardiopatía hipertrófica obstructiva
"Agradeces el trato, la cercanía, pero sobre todo la profesionalidad"
«Mi abuela y mi madre tenían una miocardiopatía hipertrófica y mi hijo Daniel también. He perdido dos hermanos que la tenían», explica Pilar, que ha estado en ambos centros. «Agradeces el trato, la cercanía, pero sobre todo la profesionalidad. Confío en el equipo que me trata plenamente». «Me implantaron un desfibrilador. Son muy preventivos. Cuantas veces he pensado que si mis hermanos hubieran tenido el desfibrilador estarían aquí... Hace cinco años me propusieron participar en un ensayo. La nueva medicación ha sido un antes y un después. Antes me cansaba. Ahora nada y mis electros están muy bien».
Daniel De Miguel Gutiérrez, paciente con miocardiopatía hipertrófica
"El trato humano del personal del hospital es impecable"
Daniel va una vez al año a revisión al Puerta de Hierro. Le hacen analítica, electro, le ponen un holter... «Me enseñan a vivir con esta patología. Hablo con el doctor Pablo» García, jefe de la Unidad de Cardiopatías Familiares, «y con las enfermeras y me dicen que puedo hacer vida normal pero que tenga en cuenta» su cardiopatía. «No puedo hacer deporte de competición, pero hago vida normal al 91%. Voy al gimnasio, juego el fútbol con amigos...». Preguntado sobre qué destacaría del hospital, este joven asegura que «el trato humano del personal del hospital es impecable. Estoy muy agradecido».
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