Opinión
La aventura de eliminar la hepatitis C, una historia de éxito
"Desde 2015 hemos logrado tratar a 160.000 personas, pero aún quedan 25.000 con el virus en España"
Estamos cada vez más cerca de lograr la eliminación de la hepatitis C, pero todavía queda camino por recorrer. Desde la llegada de los antivirales de acción directa en el año 2015, el esfuerzo realizado por todos los implicados en el abordaje de la enfermedad ha sido notable y ha conseguido que alcancemos resultados sin precedentes en el manejo de una enfermedad.
Recientemente he tenido la oportunidad de participar en el Congreso de la European Association for the Study of the Liver (EASL), donde se ha constatado que España sigue siendo líder en la eliminación de la hepatitis C, no solo en números, sino también en la calidad de las estrategias implementadas. Desde 2015 hemos conseguido tratar a 160.000 personas y estimamos que quedan aproximadamente entre 20.000 y 30.000 pacientes con virus de hepatitis C (VHC) en España. Por eso, debemos seguir trabajando y mejorando las estrategias que hemos estado llevando a cabo hasta ahora: promover el diagnóstico y facilitar el proceso desde que se detecta la enfermedad hasta que el paciente finaliza el tratamiento.
Para conseguirlo, en primer lugar, es fundamental que todo el mundo se haga una prueba una vez en la vida. Es tan abismal la diferencia entre tener hepatitis C y no saberlo, lo que puede poner en peligro tu vida, a saberlo y curarte en dos o tres meses sin efectos adversos, por ello es esencial someterse a un análisis de anticuerpos de VHC. En este contexto, y para promover el acceso a pruebas, este año hemos puesto en marcha el Proyecto FaCilita, que proporciona tests de diagnóstico de la enfermedad para poder realizar cribado en poblaciones con difícil acceso al sistema sanitario.
Por otro lado, hemos trabajado en los procesos de certificación de los hospitales en la «Excelencia en la implementación del Decálogo para la eliminación de la Hepatitis C». Es un elemento que considero absolutamente fundamental porque desarrolla de una manera clara, precisa y focalizada cuáles son los aspectos que hay que tener en cuenta a nivel hospitalario para eliminarla. Afortunadamente, en España existe mucha evidencia sobre cómo tenemos que abordar este hecho y con el decálogo vamos a certificar si el hospital se está planteando buscar y curar pacientes.
«En 2030 habremos conseguido reducir la mortalidad en un 65%»
Creo que es muy importante que la hepatología española se certifique y que quede constancia de que estamos haciendo las cosas bien y de que vamos a abordar los puntos clave de la eliminación desde hospitales y áreas sanitarias de todo el país. Llevamos años trabajando para conseguir encontrar y tratar a todos los pacientes con VHC, y estas certificaciones no hacen más que poner en valor este trabajo y darnos el impulso que necesitamos para afrontar esta última etapa.
Las enfermedades hepáticas se caracterizan por ser muy prevalentes y una causa creciente de mortalidad al tiempo que son prevenibles, y para la mayoría disponemos de un tratamiento eficaz. Partiendo de este punto, desde la AEEH insistimos en identificar las enfermedades hepáticas ocultas prevalentes. Para ello, lo ideal será poner en marcha una estrategia nacional de salud hepática con la que lograr que se implementen medidas de prevención, diagnóstico precoz y acceso al tratamiento para todos los españoles que viven con una patología hepática y, de una forma u otra, deje de ser una causa creciente de mortalidad en el mundo.
Con motivo del Día Mundial de la Hepatitis, que tuvo lugar el 28 de julio, insistiremos en transmitir mensajes que lleguen a la población general para que, entre todos, podamos seguir avanzando y lograr eliminar la. El VHC se cura, se detecta fácilmente y los fármacos son seguros y muy efectivos. Un paciente detectado es un paciente curado. Por lo tanto, como he comentado, tenemos como objetivo que toda la población adulta se someta a un test de hepatitis C al menos una vez en la vida y, por supuesto, garantizar que todo el que sea positivo va a recibir el tratamiento más adecuado, tanto desde el punto de vista del trato de calidad en las unidades de hepatología, como en el acceso a los mejores fármacos.
Estoy convencido de que alcanzaremos de largo el objetivo marcado por la OMS y de que en el año 2030 habremos conseguido reducir la mortalidad por hepatitis C en un 65%, los nuevos casos en un 90% y habremos tratado a más del 80% de los pacientes diagnosticados. No puedo terminar sin felicitar a todos los implicados por el enorme trabajo realizado en tiempos tan complejos, pero la lucha contra la hepatitis es una historia de éxito en la Medicina que abre las puertas a que en el futuro otras patologías puedan ser abordadas y eliminadas.
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