Bienestar
Cómo cuidar tu salud auditiva: consejos para prevenir problemas de audición
Según la Organización Mundial de la Salud, más del 5% de la población mundial sufre algún tipo de disfunción auditiva
La pérdida de audición puede ser un obstáculo importante en nuestra vida cotidiana. Estos obstáculos pueden ir desde participar en conversaciones sencillas hasta realizar tareas de aprendizaje y trabajo. En este sentido, tener una audición saludable es vital para nuestra interacción social, rendimiento académico y productividad laboral. Además, en ciertos contextos, las dificultades para oír pueden tener consecuencias realmente peligrosas, como no poder oír advertencias de peligro o señales de alerta, lo que puede poner en riesgo nuestra seguridad.
Según la Organización Mundial de la Salud, más del 5% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad auditiva. Esto significa que millones de personas en todo el mundo están lidiando con algún grado de pérdida de audición. Sin embargo, lo más preocupante es que muchas de estas disfunciones auditivas podrían haberse evitado con una serie de medidas preventivas y de cuidado adecuado. Esto subraya la importancia de la prevención y el cuidado de la audición en todas las etapas de la vida.
La importancia de las revisiones médicas
Los problemas de audición pueden comenzar a desarrollarse desde la infancia, por lo que es recomendable prestar mucha atención a la capacidad auditiva de los más pequeños, para detectar y tratar dichos problemas a tiempo. Los expertos recomiendan que se realicen evaluaciones auditivas a los recién nacidos y antes de que los niños comiencen su vida escolar. Los oídos de los niños, al ser más sensibles y propensos a daños, requieren una atención especial.
Y si se sospecha de una posible pérdida auditiva a cualquier edad, es imprescindible consultar a un especialista en otorrinolaringología. Aunque existen algunas condiciones de salud, como la hipertensión, la diabetes o el colesterol, que pueden agravar los problemas de audición, por lo que es esencial un seguimiento constante. En estos casos, es importante someterse a revisiones auditivas con regularidad, al menos cada 6 u 8 meses.
Baja el volumen
Estamos expuestos a una enorme variedad de ruidos a diario. Sin embargo, la exposición prolongada a ruidos fuertes puede ser perjudicial para nuestra audición. En entornos laborales con niveles altos de ruido, es importante usar protectores auditivos con cancelación de ruidos. Sin embargo, la mayor parte de los traumas auditivos por ruidos fuertes no se producen en el trabajo, sino en nuestro tiempo de ocio. Al usar audífonos y altavoces, debemos ajustar el volumen a un nivel moderado de unos 80 dB, más o menos, para prevenir daños auditivos en el medio y largo plazo.
Evita los bastoncillos
Introducir objetos en nuestros oídos puede parecer una solución rápida y eficaz para aliviar molestias o para limpiarlos. Sin embargo, debemos tener cuidado, porque esto puede causar un daño irreparable al canal auditivo. El ejemplo más claro de los peligros de introducir objetos en el oído es el de los bastoncillos de algodón.
Los bastoncillos no son un método eficaz para la limpieza del conducto auditivo. Lo que hacen -en realidad- es empujar el cerumen hacia el interior del canal auditivo y causar un tapón. Otro punto en contra de los bastoncillos de algodón es su impacto medioambiental; porque son plásticos de un solo uso.
Además, los accidentes usando los bastoncillos son muy frecuentes y el sistema auditivo es tremendamente delicado. Así que, el riesgo de perforar el tímpano con un mal movimiento del bastoncillo es muy grandes. Algo que también sucede con frecuencia es que la cabeza de algodón se desprenda y caiga dentro del canal auditivo. Si esto sucediera, deberíamos ir al médico para que lo retirase. El método más efectivo y seguro de limpiar los oídos. Aprovechar la ducha, sin necesidad de utilizar ningún tipo de jabón y únicamente hacerlo una vez a la semana. De esta forma siempre tendremos los oídos limpios y sin tapones.
Cuidado con la humedad
La humedad puede ser la causa de varios problemas de audición a largo plazo, como la otitis o las infecciones por hongos. Al nadar, es aconsejable usar tapones de oído para prevenir la entrada de agua y otros componentes, como el cloro, en los oídos. Además, también es importante que sequemos la parte externa de nuestros oídos después del baño o de la ducha.
✕
Accede a tu cuenta para comentar