¿Cuáles son los tipos de alimentos que dan más sueño, según la ciencia?

Cuando comemos, el cuerpo usa mucha energía para digerir la comida. Esto a menudo nos hace sentir cansados o con sueño. Cada persona puede reaccionar de forma distinta a los alimentos. Lo que hace a una persona sentirse somnolienta puede no afectar a otra persona de la misma manera. Sin embargo, algunos alimentos pueden hacernos sentir más cansados que otros.

¿Qué alimentos causan más letargo?

Todos los alimentos que ingerimos afectan de alguna manera la producción de aminoácidos y neurotransmisores que regulan nuestros ciclos de sueño. Por ende, cualquier alimento que consumamos influirá en nuestra sensación de somnolencia. No obstante, algunos alimentos generan esta respuesta con mayor intensidad, especialmente aquellos ricos en proteínas y carbohidratos como el salmón, el pollo, los huevos, las espinacas, los frutos secos, la leche, la soja y el queso... y, sobre todo, la pasta.

El triptófano es un aminoácido crítico que debemos tener en cuenta. Este aminoácido es fundamental para la producción de proteínas, la formación de vitamina B3 y el mantenimiento de músculos, enzimas y neurotransmisores. Además, el cuerpo utiliza el triptófano para producir melatonina y serotonina, dos neurotransmisores que regulan nuestro ritmo circadiano.

Los alimentos ricos en carbohidratos, como la pasta, no siempre contienen altos niveles de triptófano. Sin embargo, favorecen la secreción de insulina que, a su vez, ayuda a absorber el triptófano y disminuye los niveles de otros aminoácidos que compiten con el triptófano. Por lo tanto, al consumir alimentos ricos en carbohidratos, se incrementan los niveles de triptófano en el cerebro, lo que a su vez aumenta la producción de serotonina y melatonina, generando una sensación de somnolencia y letargo.

Dentro de los carbohidratos, el grupo de alimentos que pueden inducir más al sueño son los monosacáridos, es decir, los azúcares. Provocan un rápido aumento en los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede llevar a un "bajón de azúcar" que induce a la somnolencia. Además, los alimentos ricos en grasas pueden ralentizar la digestión, provocando una sensación de pesadez y cansancio.

Por lo tanto, si se prevé una tarde ajetreada y no hay tiempo para una siesta, lo más sensato es controlar la ingesta de ciertos alimentos, especialmente la pasta, los postres dulces como pasteles, galletas y helados, los alimentos fritos o con alto contenido de grasa como las patatas fritas, hamburguesas y pizzas y alimentos procesados como los snacks envasados y las comidas preparadas que suelen contener altos niveles de azúcares y grasas.